El Gobierno de Pedro Sánchez tendrá a la Iglesia Católica entre sus principales objetivos en esta legislatura. Con una marcada tendencia anticatólica el Ejecutivo conformado por socialistas, comunistas y populistas ya ha anunciado que revisará los acuerdos que mantiene vigentes en estos momentos con la religión mayoritaria en España.

De hecho, tan sólo unas horas antes de reunirse por primera vez con el nuevo Nuncio en España, monseñor Bernardito Aúza, la vicepresidenta Carmen Calvo dijo en una entrevista en la Cadena SER que la Iglesia debe pagar el IBI de aquel patrimonio que no esté destinado a las funciones del culto y añadió que su gobierno hará una reflexión en relación a la casilla del IRPF porque quieren ver “cómo la Iglesia Católica rinde cuentas” y “cómo administra esos fondos”.

"Espacio de reflexión abierto"

De este modo, la política socialista precisó que esos fondos son para política social y “no para otras cosas”. Precisamente, sobre este aspecto de la famosa casilla de la renta, Calvó quiso insistir en que tienen un “espacio de reflexión abierto” y que está segura de que “va a ir bien” porque la disposición de la Santa Sede “es muy buena” y la de la Conferencia Episcopal “exactamente igual”.

“Creo que están en disposición de colaboración y puesta al día de algunas cuestiones que hacen falta y que están en el ánimo de la sociedad española en general y de la inmensa mayoría de los católicos españoles, que en ese sentido han evolucionado bastante. Hay una agenda importante que vamos a tratar”, agregó.

Horas más tarde, el gabinete de la vicepresidenta informó de la reunión entre Calvo y el Nuncio afirmando que se había desarrollado en un clima “cordial y colaborativo” en el marcado de las relaciones entre España y el Vaticano.

Igualmente, tal y como recoge Europa Press, desde el gobierno  añadían que las relaciones con la Santa Sede han sido “muy fluidas” durante los últimos meses, y que tanto “la vicepresidenta primera como el nuevo nuncio, han mostrado su disposición a seguir trabajando para dar continuidad a la agenda del Gobierno de España en materia de asuntos religiosos para la presente legislatura”.

Acuerdo PSOE-Podemos

La realidad es que en el acuerdo programático de gobierno entre PSOE y Podemos y que se comprometieron a implementar tanto la Iglesia como los propios católicos no salían muy bien parados.

De este modo, literalmente afirmaban que realizarán “las modificaciones legislativas oportunas para facilitar la recuperación de los bienes inmatriculados por la Iglesia basadas en el privilegio de inscribir en el Registro de la Propiedad bienes a partir de simples declaraciones de sus propios miembros”.

Por otro lado, también se comprometían a arrinconar aún más la asignatura de Religión además de blindar el aborto, legalizar la eutanasia y seguir adoctrinando a los niños en las escuelas mediante la ideología de género.