El Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha notificado hoy al ex juez Fernando Ferrín Calamita, casado y padre de siete hijos, que su petición de indulto había sido resuelto “de forma desfavorable por acuerdo del Consejo de Ministros del 8 de febrero”. Es decir, que le niegan el indulto.

Corría el año 2006. Una mujer con sentimientos homosexuales solicita al juzgado que él preside la patria potestad de la hija biológica de su pareja. El juez Ferrín sigue el protocolo para estos casos y solicita unos informes periciales para determinar si ese entorno social podría ser positivo, o bien perjudicial, para el desarrollo de la menor.

A partir de ahí, el juez Ferrín Calamita fue presionado, amenazado, extorsionado y, finalmente, expulsado de su trabajo (2008), teniendo que pasar por un verdadero calvario profesional y familiar; incluido el linchamiento mediático y la merma de su salud.

Fernando Ferrín Calamita cometió la “torpeza” de seguir su conciencia, además de hacer cumplir escrupulosamente la ley.

Toda esta historia rocambolesca la cuenta el juez Ferrín Calamita en un libro: “Yo, víctima de la Cristofobia” (LibrosLibres). 

Algunos ya se pregunta: ¿Existe Cristofobia en la España del siglo XXI? ¿Se persigue, se condena y se priva del trabajo a un funcionario público por el hecho de ser cristiano? ¿Puede un juez de Familia ser católico? Parece una broma de mal gusto, o que hablamos de otro país, pero todo eso le ha sucedido al juez Fernando Ferrín Calamita con la entrada del nuevo siglo en España.

Eulogio López, director del diario Hispanidad señala que "el homosexualismo imperante no podía permitir tamaño desafuero. Contra Ferrín se volcaron todos los poderes fácticos, empezado por el diario El País que le crucificó a gusto, siguiendo por el lobby homosexual, que movió todos sus resortes para que el juzgador fuera juzgado y con el apoyo del aparato judicial del PP. Al final, las lesbianas consiguieron que fuera condenado, expulsado de la carrera judicial por diez años. Encima, le arruinaron, porque ahora está pendiente de devolver todos sus salarios de tramitación y le impiden trabajar en cualquier puesto de la administración de Justicia".

El Gobierno del Partido Popular ha indultado a diversos políticos de Unió Democrática de Catalunya con sentencia firme por corrupción, así como a un conductor suicida condenado a 13 años de cárcel, entre los casos más escandalosos que ha conmocionado la opinión pública. Al juez Ferrín Calamita, que ni ha robado, ni ha matado a nadie, se le deniega el indulto... Su crímen: velar por los derechos de una menor de edad.