"Los padres tienen derecho a que los hijos se eduquen en la lengua que los padres determinen"

Era una de las últimas preguntas que la redactora especializada en Religión de ABC, Laura Daniele, hizo al cardenal Rouco, pero se convirtió en la portada de ABC de este 24 de diciembre.

El diario tituló: "Los padres tienen derecho a que sus hijos se eduquen en castellano".

En realidad lo que el cardenal arzobispo de Madrid dice en el texto real publicado de la entrevista es: "los padres tienen derecho a que los hijos se eduquen en la lengua que los padres determinen. Es un derecho fundamental de la familia, que no puede ser suplido ni negado por la autoridad. El derecho de los padres es primario y primero y el derecho del Estado es subsidiario".

Rouco, por lo tanto, no menciona el castellano (aunque la periodista le preguntó por "el derecho de los padres a que sus hijos sean escolarizados en castellano), sino que menciona el derecho de los padres (también el de los que prefieren el catalán o el gallego) a elegir el idioma de enseñanza frente al Estado. Cabe recordar que el cardenal de Madrid es gallego y no es nada ajeno a lo que se vive en sociedades bilingües. 

En el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia (párrafo 240) se lee: "Los padres tienen el derecho a elegir los instrumentos formativos conformes a sus propias convicciones y a buscar los medios que puedan ayudarles mejor en su misión educativa, incluso en el ámbito espiritual y religioso. Las autoridades públicas tienen la obligación de garantizar este derecho y de asegurar las condiciones concretas que permitan su ejercicio. En este contexto, se sitúa el tema de la colaboración entre familia e institución escolar".

De hecho, el cardenal también recuerda que "hay que hacer posible desde el punto de vista jurídico y económico la elección de centros; es una exigencia de la Constitución y del derecho fundamental de las familias. Cuando se tiene una concepción del Estado y de la comunidad política no totalizante, entonces se entienden el gran papel y el imprescindible derecho de los padres en la educación de los hijos".

Preguntado por el nuevo status de la asignatura de Religión, que implica una alternativa para quienes no la quieran cursar, el cardenal recuerda que "la alternativa ya era obligatoria, lo que pasa es que no se daba ni se configuraba como una verdadera asignatura. Lo había establecido el Tribunal Supremo y más o menos se reconocía, pero en la praxis, al no estar configurada académicamente, resultaba una verdadera desolación". 

La periodista pregunta al cardenal también si "romper España es una solución a la crisis". El cardenal responde, simplemente, remitiéndose a las notas de la Conferencia Episcopal de 2002 (sobre el terrorismo), de 2006 (sobre la situación moral de España) y del 31 de octubre de 2012. Y añade sólo: "En esas instrucciones hemos pedido a los fieles orar por la unidad de España y se lo pedimos también a las familias que celebren el día de la Sagrada Familia".

Sobre el aborto, el cardenal no se mostró especialmente contundente: no pidió explícitamente que se impida todo aborto o que se defienda la vida de todos. "El Gobierno ha anunciado una reforma y esperamos que la lleve adelante, porque lo que está en juego es el derecho a la vida de los más indefensos e inocentes". Dijo también: "Es un paso importante desde el punto de vista ético que el Tribunal Constitucional haya defendido que la vida del que va a nacer es un bien jurídico constitucionalmente protegido. Es un buen camino, se podría decir que desde el punto de vista de la doctrina de la Iglesia, es más que un bien jurídico, es un derecho del que va a nacer".

Sobre el matrimonio homosexual, que es constitucional según el Tribunal Constitucional español, afirma: "la sentencia del Tribunal Constitucional no cierra las posibilidades ni el campo de actuación de la legislación ordinaria a la hora de legislar sobre el matrimonio y la familia, la mantiene abierta".

La periodista entonces le pregunta, buscando concretar: "¿eso significa que la Conferencia Episcopal piensa plantear al Gobierno la derogación de esta legislación?" A lo que el cardenal responde, muy genéricamente, que "la Iglesia no debe actuar de modo político", aunque sí deben los pastores "defender la visión cristiana sobre los grandes problemas", y "seguir animando mucho a los fieles" a que vivan "su vocación cristiana en el mundo de la cultura, de la economía y la comunidad política".

Preguntado sobre los efectos de los recortes en las familias, el cardenal afirma: "Con crisis y sin crisis, y es lo más duro, debe hacer posible económica y socialmente que la familia pueda cumplir con uno de sus fines fundamentales, que es dar la vida y educar a las nuevas generaciones, que es una función que no es transferible a ninguna otra instancia. Es necesario hacer una política con un marcado acento familiar justo ahora, cuando la familia es el lugar y la fórmula para aliviar, atenuar y paliar los efectos del paro".

Todos estos son aspectos sobre los que el cardenal quiere llamar la atención en vísperas del Día de la Familia Cristiana que se celebra desde hace 6 años con un acto multitudinario de familias en las calles de Madrid. La información sobre el acto de este domingo, que cuenta con actividades previas para familias el sábado y el viernes, puede encontrarse en: www.porlafamiliacristiana.com  .