El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, asegura que el descenso del número de jóvenes creyentes, que se pone de manifiesto en múltiples encuestas, se debe a la transmisión de una "idea falsa de quién es Dios, Jesucristo o la Iglesia" por parte de algunos medios de comunicación, unido a que los católicos "muchas veces" no han sabido transmitir bien el Evangelio.

En su escrito semanal en la revista del Arzobispado ´Padre Nuestro´, recogido por Europa Press, Rodríguez señala que del resultado de las encuestas se hacen eco "muchos medios", entre los que se encuentran "aquellos" que se "alegran" de la pérdida de fe por parte de los jóvenes "porque tienen una postura contraria a los que la Iglesia propone".

Así, se ha preguntado si no hay "algo de hipocresía" en estas manera de ver las cosas y "cómo no va a haber cada vez más chicos que dejen su fe, si constantemente tienen estos medios una comprensión del hecho religioso como fenómeno negativo" y así lo transmiten.

"Nosotros, los católicos, muchas veces tenemos la culpa al no haber sabido transmitir bien la fe, el Evangelio y la persona de Jesucristo, sin duda", admite el arzobispo, quien a continuación resalta que "en muchas ocasiones" las posiciones de los jóvenes que se reflejan en las encuestas se deben a que se les han transmitido "una idea falsa de quién es Dios, Jesucristo o la Iglesia".

Para Rodríguez, "es más fácil destruir que construir" y mantener tópicos "hace mucho daño". "Por eso creo que en nuestra postura de educadores, sacerdotes, catequistas o padres no hay que dar por supuesto nada o casi nada en la fe de los jóvenes o a la hora de que ésta crezca armónicamente".

Algo que, según ha añadido, no se puede hacer sin planificación, la creación de grupos de fe, la ayuda de movimientos apostólicos, una oferta pastoral en las parroquias para sus jóvenes y ofreciéndoles alternativas "a la cultura dominante".

Por último, ha asegurado que un joven católico "consciente de su fe" sale "más barato" a los poderes públicos "porque será más participativo como ciudadano, vivirá las virtudes morales, romperá menos mobiliario urbano o necesitará menos dinero para desintoxicarse".

Al mismo tiempo, el arzobispo de Toledo ha afirmado que este joven educado en la fe "creará menos problemas sociales" porque creará familias "mejores, más unidas y más a favor de una sociedad justa".