«Estamos supliendo a las administraciones», protesta el padre Ángel Iriarte, director de Cáritas en Navarra. «¿De quién es la responsabilidad de asegurar techo y alimentación en un país? No creo que sea de Cáritas. Hay dejación por parte de la administración», afirma acompañado de directores de Cáritas de varias diócesis. El brazo caritativo de la Iglesia católica, con presencia en casi cada parroquia de España, está viajando en el tiempo hacia el pasado. «Volvemos a tener comedores y roperos, cosas que creíamos superadas hace unos años, pero que hoy nos pide la realidad», señala Iriarte. Y hay otros cambios con respecto a la época anterior a la crisis: «Antes sabíamos que con ayuda y acompañamiento, en un año podíamos reincorporar en la vida normal a una persona excluida; ahora no sabemos cuándo será, porque no hay trabajo».

A su lado está el portavoz de la Conferencia Episcopal, el obispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino, que ha venido a la sede de Cáritas a hacer entrega simbólica de un cheque de 5 millones de euros de parte de la Conferencia Episcopal. Desde 2008, la Conferencia ha entregado casi 14 millones a Cáritas Diocesana, que suelen gastarse en las emergencias inmediatas, como el alimento. «Dar de comer al hambriento o ayudar al necesitado son obras de misericordia que los cristianos siempre tendremos que hacer, incluso en la sociedad más desarrollada», explica Martínez Camino. «Quizá el Estado no ha de dar de comer a todos, eso es una cuestión técnica, pero sin duda ha de velar para que haya leyes justas que permitan que la sociedad se sostenga», afirma el obispo.


Por ahora, la realidad es que, mientras en España se destruían varios millones de puestos de trabajo, en los últimos 6 años Cáritas ha dado formación laboral a más de 400.000 personas, de las que 70.000 han encontrado trabajo. La asociación se ha volcado en este objetivo, y así ha creado itinerarios completos de acogida y formación laboral en casi todas las diócesis de España. Desde 2007, los recursos dedicados a esto han aumentado un 40%. Pero es que todo se ha disparado en Cáritas con la crisis: atiende al doble de personas que en 2007, las ayudas a vivienda han crecido un 63% y en 2010 recaudaron de fuentes privadas 160 millones de euros, 45 millones más que cuatro años antes. La generosidad de los católicos y los españoles de a pie ha subido y ya son 61.000 los voluntarios de la asociación, pero el apoyo de las administraciones va a la baja: en 2010 no llegó ni a los 87 millones de 2009.


«Es bueno que la sociedad sepa que hay niños en España que se van a la cama sin haber comido», declaró ayer a LA RAZÓN el padre Ángel García, al presentar el nuevo comedor infantil que ha abierto en la sede madrileña de su asociación, Mensajeros de la Paz. La idea la tuvo visitando el comedor social de meriendas-cena de la Orden de Malta en el barrio de Vallecas.