La iglesia Santuario de Santa Gema de Galgani, situada al final de la calle Velázquez, sufrió el jueves de madrugada un robo en la librería de los Padres Pasionistas, el botín ha sido varios miles de euros en medallitas de oro.

Según informa el ABC, los sacerdotes de la parroquia descubrieron el robo la mañana del viernes. Los ladrones accedieron por la noche al local, ubicado en los sótanos del templo, a través de una de las ventanas. «Tuvieron que hacer muchísimo ruido porque el cristal es de alta seguridad. Lo golpearon con algún objeto contundente como un mazo o un trozo de bordillo, pero como aquí apenas hay viviendas nadie escuchó nada», explica uno de los Padres Pasionistas.


Por ahora se desconoce el número de personas implicadas en el robo que hizo un boquete lo suficientemente grande para que cupiese por él una persona. «Una vez dentro, quien entrara, fue directo a por lo más valioso: una manta de joyero donde se guardan las medallitas de oro de Santa Gema», afirma el religioso. «Es muy sospechoso, porque abrieron directamente el armario donde se guardan. Seguro que nos han estado observando durante días pero aquí nadie se ha dado ni cuenta», comenta el sacerdote, explicando además que «sólo cogieron el oro, ni siquiera le metieron mano a la caja registradora».


Los hechos, denunciados el mismo viernes por la mañana en la Comisaría de Chamartín, están siendo investigados por la Policía Científica. Según este sacerdote, no es el único ocurrido en la última semana. El martes, la librería de los Padres Paúles de la Basílica de la Virgen Milagrosa, de la calle García de Paredes, amaneció exactamente igual. Los ladrones se llevaron todo el oro que encontraron en la tienda y el dinero que había en la caja registradora.


Las iglesias de la región han sufrido en el último año media docena de ataques entre profanaciones y robos. La oleada de agresiones comenzó en febrero del año pasado en la Iglesia de Santa Catalina de Majadahonda con un robo sacrílego del Sagrario después de que quemaran sus puertas en las Navidades de 2010. Tras éste, se profanó la Parroquia de la Ascensión del Señor, en Carabanchel, donde sustrajeron todos los objetos para oficiar misa —incluídas casullas, albas, un cáliz y patenas—. Meses después, los hechos se repetían en el templo de Santa María Magdalena de Ciempozuelos donde destrozaron el Sagrario y rompieron la corona de la Virgen. En esa ocasión, se llevaron hasta 20 euros del cepillo.