Desde el ministerio que dirige Ana Mato se ha filtrado en la madrugada de este miércoles un alarmante informe elaborado hace un año por su departamento, cuando era titular del mismo Leire Pajín.

El dossier, titulado "Riesgos para la salud de ciertos colectivos ante la exposición excesiva a determinados programas de televisión", detalla cómo el Ministerio de Sanidad fue cruzando datos de los servicios de urgencias de diversos hospitales públicos de toda España.

"Al principio -dice el preámbulo del informe- no se concedió importancia a los comunicados de alerta que remitían algunos hospitales, como el Gregorio Marañón de Madrid, sobre pacientes que acudían al servicio de Urgencias con unos síntomas que se repetían siempre en unas horas determinadas".

Los síntomas, detalla el documento, incluían "alteraciones nerviosas, elevados niveles de agresividad y amagos de infarto" y un cuadro común de "bajo estado anímico, pre-depresión o estado de depresión, hipersensibilidad, problemas cardiacos", con el dato coincidente de haber estado expuestos, durante las horas inmediatas a la consulta, a programas de televisión como La Noria o Sálvame.

El estudio de campo elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) recogió datos de hospitales públicos de Madrid, Barcelona, La Coruña, Valencia, Sevilla, Lérida, Murcia y Salamanca. Según las conclusiones de la Unidad de Seguimiento Psicosomático del CNE, dirigida por el doctor Corrales, se estableció la posibilidad de "una relación causa-efecto entre la exposición continuada a ciertos programas de televisión y alteraciones, en algunos casos significativas, del sistema nervioso".

El Ministerio de Sanidad estudia ahora la posibilidad de decretar una alerta sanitaria con instrucciones precisas para los servicios de Urgencias sobre el tratamiento de estas sintomatologías.

La filtración, en la madrugada de , de este documento que el anterior equipo ministerial había ocultado, forma parte de la estrategia de transparencia ordenada por la ministra Ana Mato. Su equipo esperaba en principio encontrarse solamente facturas en los cajones que aflorasen nuevas cifras de déficit sanitario. Pero había bastante más.