«En esta vigilia de la Almudena hay nuevas caras»: así empezaba anoche la homilía del cardenal Rouco en una catedral atiborrada de jóvenes. «Es una muestra de que las Jornadas de la Juventud han tocado el corazón de muchos», afirmó. La vigilia joven de la Virgen de la Almudena fue una ocasión para repasar con tranquilidad algunas de las enseñanzas que el Papa impartió en agosto en Madrid y que muchos, por la intensidad de esos días, no pudieron meditar pausadamente. Rouco las resumió en cuatro puntos: escuchar la Palabra de Dios («el Papa nos trajo el famoso catecismo joven YouCat, y deberíamos usarlo; es un gran instrumento para conocer a Cisto»); integrarse en una comunidad («ser fieles a algo tan elemental como ir a misa los domingos»); vivir el servicio (Rouco pidió «una riada de voluntariado original, auténtico, y no digo distinto para no molestar a nadie») y, por último, evangelizar.

El cardenal animó a los jóvenes a hablar de Cristo «en la escuela, con los amigos, y no sé yo si se podrá hacer donde las “movidas” nocturnas de los viernes y los sábados, pero quizá sí, porque la gente está muy “tocada” y se les puede dar testimonio de Cristo». Y además dejó caer una idea: «Hace ocho años hicimos una misión universitaria, y a lo mejor deberíamos organizar otra». El cardenal quisó remarcar que la JMJ ofreció alegría frente a «esta lluvia de tristeza y ceniza espiritual» y mostró a «una juventud que no se parece en nada a la de los “indignados”, con perdón».

La ceremonia combinó el recuerdo de la JMJ con la liturgia en honor a la Virgen («tú eres la alegría de Jerusalén, el orgullo de nuestra raza», cantaban las antífonas).


Durante la adoración se cantaron las mismas piezas que cuando apareció la custodia de Arfe en Cuatro Vientos con Benedicto XVI: «Majestad» (en inglés, cosa rara porque la letra española es conocida y muy correcta) y el clásico latino «Tantum ergo».

El cardenal inciensó la imagen de la Patrona mientras se cantaba su himno y para finalizar, en la plaza, hizo la ofrenda floral a la Virgen mientras sonaba el tema de la JMJ, «Firmes en la fe».