El obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, ha asegurado que la Iglesia está dispuesta a "seguir trabajando para conseguir la pacificación y la reconciliación" en Euskadi. Además, se ha mostrado "profundamente unido a las víctimas" y ha confiado en que "llegue pronto la disolución de ETA".

En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, el prelado ha manifestado su satisfacción por el anuncio de la banda de poner fin a su actividad de forma definitiva y ha dicho unirse "a la gran esperanza de la mayoría del pueblo vasco, así como a la del pueblo español".

Además, se ha mostrado "profundamente unido a las víctimas" en este día. "He orado por los centenares de asesinados, también por otros que no fueron asesinados pero que han sufrido en su ser la violencia terrorista y por los familiares de las víctimas", ha dicho.

Por otra parte, ha trasladado su "reconocimiento a cuantos han colaborado en haber hecho posible la llegada de este día". "El Gobierno español y el Gobierno vasco, las fuerzas políticas, las fuerzas sociales, las FSE, etc", ha enumerado.

El obispo vitoriano ha afirmado que también las Iglesias del País Vasco y Navarra, así como la Conferencia Episcopal Española "han colaborado en la solución".

También ha deseado "que llegue pronto la disolución de ETA" y "el logro de la paz por todos". "La Iglesia católica y, en concreto, la Iglesia en Álava, está dispuesta a seguir trabajando para alcanzar la pacificación y la reconciliación de nuestro pueblo", ha apuntado.

´OBSERVADOR EN AIETE´

Asurmendi ha admitido que la Iglesia desplazó a un observador a la Conferencia de Paz de Aiete y ha dicho que el obispo de Bilbao, Mario Iceta, que lo envió, lo consultó con el resto de prelados.

"A mí me parecía bien que se haga presente, como hace la Santa Sede cuando va a la ONU y manda a un observador. En ese tono es como fue nuestro delegado", ha concluido.