El viacrucis del Cristo de los Toreros no se celebraba en Madrid desde 1957, pero este pasado Viernes de Dolores -el viernes anterior a Domingo de Ramos- este Cristo y su tradición ha vuelto a las calles de la capital, acompañado de los jóvenes estudiantes de tauromaquia.

La tradición del Cristo de los Toreros se mantuvo desde 1943 a 1957. Los toreros Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín (padre del cantante Miguel Bosé), que fueron hermanos mayores de la ya extinta Hermandad de los Toreros, fueron los que en aquella época promovieron la salida de esta talla, obra del imaginero Rafael García Irurozqui (1880-1968). Después, la imagen quedó acogida en los capuchinos de Jesús de Medinaceli.

El Cristo de los Toreros sale a las calles de Madrid en el Viernes de Dolores de 2023, se retoma una práctica que se realizó por última vez en 1957.

Ahora es la archicofradía de Jesús de Medinaceli la que sale a la calle con esta imagen y su simbología taurina, que recorrió las calles del barrio de las Letras el pasado viernes.

Respeto al Cristo en las calles bulliciosas

«Fue súper emocionante», señala Miguel Ángel Izquierdo en la web del arzobispado de Madrid. Este vicehermano mayor de la archicofradía destaca el respeto y el silencio que se vivió en las calles, normalmente bulliciosas en un viernes por la tarde.

Uno de los momentos más emocionantes se dio en la novena estación, cuando el Cristo se detuvo ante el convento de las trinitarias: las religiosas se asomaron a las ventanas enrejadas para rezarle.

Las trinitarias desde las rejas rezan al Cristo de los Toreros de Madrid en el Viernes de Dolores de 2023.

En el vía crucis participaron además 30 damas de mantilla y seis alumnos de la Escuela taurina 'José Cubero Yiyo', con su director José Pedro Prados El Fundi al frente. También estuvo presente Miguel Abellán, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, organismo del que depende la escuela.

Un alumno taurino de 13 años

Uno de lo participantes fue Fernando Díaz, de 13 años, que se situó a los pies del Cristo, a su derecha, con traje campero de chaquetilla roja. Desde pequeño es un enamorado del toreo: tomó su primera muleta a los 4 años y a los 6 ya se puso delante de una becerrita. Ese mismo año entró en la escuela taurina, que entonces estaba en Las Ventas (hoy está en la Casa de Campo). Explica que en ese momento era el alumno más joven.

Alumnos de la Escuela Taurina de Madrid con el Cristo de los Toreros.

Acude a la escuela taurina los lunes, miércoles, viernes y sábados, de 17:00 a 20:00 horas, aunque coincide con sus padres en que sus estudios de secundaria tienen prioridad.

Sobre acompañar al Cristo por las calles dice: "Soy bastante cristiano y me gusta mucho seguir al Señor". "Me pareció una idea buenísima", añade. Le emociona la novena estación, cuando Jesús cae por tercera vez. "Levantarse otra vez tiene mucho mérito", comenta el muchacho.

Dice que aprovechó el viacrucis para rezar al Cristo de los Toreros por la "gente pobre que hay en el mundo" y por la guerra de Ucrania.

(Fotografías de Víctor Luengo)