El Foro de la Familia, que preside Benigno Blanco, ha sido galardonado con el premio San Benedetto que otorga anualmente la Fundación Sublacense Vida y Familia, una institución que recoge los valores humanistas que los benedictinos se han encargado de imprimir en la consciencia de los pueblos europeos.

La ceremonia tuvo lugar el pasado 29 de abril en el Monasterio Benedictino de Santa Scolástica de Subiaco (Roma). El premio fue recogido por el mismo Blanco.

El presidente del Foro de la Familia, ha señalado que aunque se le conceda a él,  “el premio San Benedetto se concede a las familias españolas que en estos últimos años han sabido convertirse en agentes activos de cambio social, organizándose para hacerse presentes en la vida pública para defender la bondad de la familia y su insustituible papel en la transmisión de la vida, la educación de las nuevas generaciones y la generación de la solidaridad básica que hace humana a nuestra sociedad.”

El premio San Bendetto lo han recibido personalidades o instituciones tales como el profesor Francesco D´Agostino, presidente del Comité Nacional de Bioética (2002); Tadeus Mazowiecki, ex primer ministro de Polonia (2003); Dana Scallon, europarlamentaria irlandesa (2004); cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (2005); Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona (2006); Janne Haaland, ex viceministra de Asuntos Exteriores noruega (2007); cardenal Camilo Ruini, vicario emérito para la diócesis de Roma.

Este año el premio ha sido oorgado a Benigno Blanco, por su labor en defensa de la familia como presidente del Foro de la Familia.

Inspirándose en el patrimonio cultural del Humanismo benedictino y en los principios de la Doctrina social de la Iglesia, quiere lograr:

- La defensa a nivel cultural, social, jurídico, político e institucional de la persona humana desde el momento de la concepción hasta su muerte natural.

- La promoción de una cultural abierta a la acogida y tutela de todo ser humano, con una particular atención a los embriones, a los menores en dificultades y a los enfermos terminales.

- Una colaboración con las estructuras socio-asistenciales, públicas o privadas, que defiendan la vida humana en cualquier fase o condición, desde la concepción hasta su muerte natural, y de los derechos fundamentales de la persona humana.

- La difusión de una concepción de la institución familiar entendida como ´´sociedad natural fundada en el matrimonio´´, conforme con el Derecho Natural y la Constitución de la República Italiana.

- La salvaguardia de los derechos de las familias y el apoyo a la participación activa de las mismas en la vida civil, social, cultural y política.

- La elaboración de propuestas adecuadas de política familiar para ser aprobadas por las instituciones públicas locales, nacionales e internacionales

- La contribución a la construcción de una Europa unida, libre y democrática, valorizando el patrimonio ético y antropológico que el movimiento benedictino puede ofrecer, hoy como en el pasado, para una pacífica convivencia entre los pueblos europeos.