El Arzobispado de Barcelona no excomulgará al sacerdote Manel Pousa al considerar que no tuvo complicidad principal en los abortos que costeó, tras un proceso administrativo que puso en marcha el 15 de marzo a raíz de la biografía del conocido como Pare Manel.

Según ha informado en un comunicado, el sacerdote no ha incurrido en la censura de excomunión ´latae sententiae´ establecida por el Código de Derecho Canónico "por no haber concurrido en la intención del delito y por no haber tenido complicidad principal en los abortos, ya totalmente decididos y llevados a cabo por dos chicas en situación económica muy precaria".

La institución apela tanto a las conclusiones del proceso administrativo --en el que participaron un vicario judicial emérito del Arzobispado, un vicario judicial y un miembro de su Tribunal Eclesiástico-- como a un escrito de octubre de 2009 del secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, para quien "Pousa no parece haber incurrido en ninguna pena canónica".

Así lo ha comunicado a Pousa el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y le ha emplazado a trabajar en favor de los más pobres "siempre de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, con su doctrina social y respetando toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural".

En la biografía ´Pare Manel. Més a prop de la terra que del cel´ (Angle Editorial), del periodista Francesc Buxeda, Pousa relata que apoyó dos abortos, y también cuenta que tiene una "amiga especial" aunque no conviven ni mantienen relaciones sexuales.

Según la normativa canónica, cooperar en un aborto comporta en virtud del mismo derecho la pena de excomunión ´latae sententiae´, pero establece que previamente se han de realizar unas diligencias con objeto de verificar la realidad de los hechos y, por lo que se puso en marcha el procedimiento administrativo que ha concluido este lunes.

En declaraciones a Europa Press, Buxeda ha celebrado que la decisión del Arzobispado libere a Pousa de la "espada de Damocles", pero ha considerado que se trata de una decisión estratégica, ante la popularidad de la que goza el sacerdote.

Sobre el Pare Manel, ha destacado que no fue cooperador necesario de los abortos --"se hubieran producido con o sin él"-- y que ahora se encuentra más relajado y con ganas de proseguir su trabajo.