Con ocasión de la realización de las VI Jornadas "Católicos y Vida Pública en el País Vasco" organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), el sector progresista del clero de la diócesis de Bilbao ha criticado duramente a los que ellos califican de "católicos neoconservadores", los actos multitudinarios de celebración de la fe, la procesión de la Cruz de la JMJ y a sus obispos.   
 
A través de una nota, el Foro de Curas de Bilbao, ha arremetido contra las mencionadas jornadas sugiriendo de debieran llamarse "Católicos Neoconservadores y Vida Pública en el País Vasco" y critican que “los intervinientes en las mismas no reflejan el pluralismo de posiciones éticas y de opciones políticas de los católicos en el País Vasco”, además de que el tema de la cultura de la Vida y la Familia, “es claramente la apuesta ético-política de los grupos católicos neoconservadores en las democracias avanzadas”.
 
A los curas bilbaínos les parece  “lamentable” la “ presencia activa - y no meramente protocolaria - de los obispos José Ignacio Munilla y Mario Iceta y la intervención del Cardenal Ennio Antonnelli” porque “refuerza el considerable equívoco con el que se va a exhibir la presencia de los católicos neoconservadores en la vida pública de la Comunidad Autónoma Vasca”.
 
Las Jornadas de la ACdP se iniciarán con la peregrinación de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud y del icono de la Virgen, -una tradición que comenzó por iniciativa del Papa Juan Pablo II-  desde el puerto de Santurtzi hasta el Museo Marítimo de Bilbao. A juicio de la comisión permanente del foro, esta actividad es un “espectáculo”  “de dudoso gusto estético”. Critican además la presencia de políticos y representantes de la derecha y de “solo los jóvenes de los grupos neoconservadores católicos”.
 
“Espectáculos de masas tan frecuentes últimamente en la Iglesia, como este de pasear la cruz y la imagen de la Virgen por la ría, desde Santurce a Bilbao, no contribuyen de ninguna manera a dar gloria al Dios de Jesús de Nazaret sino al fortalecimiento efímero de la gloria de la Iglesia y a su descrédito ante una buena parte de nuestro pueblo y muy especialmente de su juventud”, apuntan.
 
Por último, los curas denuncian “la desmedida utilización que la jerarquía católica está haciendo del signo de la cruz para promocionar la Jornada Mundial de la Juventud que se va a celebrar este verano en Madrid, con el patrocino económico de algunas multinacionales financieras y el apoyo del gobierno central”.
 
“Nos parece una afrenta a Jesús crucificado cometida en los empobrecidos por el sistema económico y por su última crisis. Ellos no podrán participar en esa jornada madrileña de encuentro con el Papa porque carecen de recursos económicos para asistir. Precisamente ellos, los pobres, a quienes la más antigua tradición eclesial llamó los vicarios de Cristo. ¡Qué insoportable incoherencia para la fe de la Iglesia!”, concluye el comunicado.