Tras la denuncia realizada por varios profesores y alumnos de la Universidad de Valladolid (UVA) por el cierre desde hace casi 10 meses de la capilla dedicada al Santísimo Cristo de la Luz, el rectorado decidió abrir sus puertas en falso el pasado viernes, causando el malestar de la comunidad católica del centro de estudios.
 
Después de que varios medios de comunicación se hicieran eco de las denuncias de algunos miembros de la comunidad docente y estudiantil, las autoridades abrieron las puertas del templo, cerradas desde la llegada al rectorado de Marcos Sacristán, pero con una mampara, instalada “por motivos de seguridad”, que impide no solo la celebración del culto sino incluso el acceso a su interior para poder orar.
 
Ante la solicitud de la asociación de alumnos AJIO al rectorado para poder participar en una misa diaria en la capilla o, al menos, se les permita rezar en ella, las autoridades de la UVA respondieron que “quien quiera rezar, también lo puede hacer en el campo”.
 
Algunos han señalado que con esta decisión la UVA está incumpliendo el acuerdo suscrito con el Arzobispado de Valladolid en el que se establece que la capilla esté abierta al culto de los miembros de la comunidad universitaria y fieles de la ciudad, desde el “reconocimiento y respeto a la libertad religiosa, en los términos que establece el artículo 16 de la Constitución Española”.
 
La capilla clausurada alberga además el Cristo de la Luz, una valiosa obra de Gregorio Fernández que el Museo Nacional de Escultura cedió a la Universidad para “su culto y devoción”.