Las religiosas de la Orden de Santa Clara de los monasterios de Lerma-La Aguilera, guiadas por la abadesa Sor Verónica Berzosa, hasta ahora de clausura, podrían pasar a variar su vida contemplativa, según han confirmado a Europa Press fuentes del Vaticano.

Las religiosas de Lerma confirmaron el pasado viernes que el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, les había comunicado que Benedicto XVI ha firmado ya un decreto pontificio por el que crean un nuevo instituto religioso llamado ´Iesus Communio´ que, al contrario de la orden que profesan en estos momentos, sería de vida activa y no de clausura, según afirma la agencia Europa Press, aunque todavía no hay confirmación oficial.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso Europa Press, el cambio será "largo y difícil", ya que las clarisas de estos dos monasterios están acostumbradas "a la vida de clausura" y no a la vida activa fuera de los muros del monasterio. El decreto llegará próximamente al Arzobispado de Burgos, la diócesis que presentó la petición ante la Santa Sede en nombre de las religiosas.

Según ha podido saber ReL, habría algunos cambios en la vida de clausura del nuevo carisma fundado por Sor Verónica, encaminados a variar la actual regla que no permitía que las religiosas pudieran dar testimonio fuera del monasterio. De esta manera, y según las fuentes consultadas, las monjas podrían tener algo más de movilidad para salir fuera de la clausura, también en circunstacia de enfermedad de algunos familiares. 

El llamado ´milagro de Lerma´ lleva en su seno cerca de 200 monjas, todas entre 18 y 35 años, que hasta ahora formaban parte de la Orden Franciscana de Santa Clara.

El pasado viernes, en un comunicado, confirmaron que la Santa Sede había aprobado el nuevo instituto religioso que se dedicará "a la evangelización de los jóvenes".