Evangelio según san Mateo (11,1619)


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

«¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: "Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado."

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio."

Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores."

Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.»


Señor Jesús, es un gusto observar y vivir con niños bien educados, contentos con todo lo bueno que se les ofrece.  Y muy mal gusto dejan cuando reflejan su tiranía, su capricho, sus enfados, su descontento en casi todo.  Pues si tú nos comparas a esos niños, es que nuestro comportamiento tienen mucho que mejorar.

Nos das salud y bienestar y no lo agradecemos. Nos llega la enfermedad y tampoco acudimos a ti.  Recibimos ejemplos de ascesis y ayunos y los criticamos; vemos a los que derrochan y los condenamos.

Líbranos, Señor, de nuestros descontentos y ayúdanos a ver y entender las cosas desde ti.