Evangelio según san Juan 16,29-33

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
- Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios.

Les contestó Jesús:
- ¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo.

"Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo."

Santa María, esposa del Espíritu Santo, ruega por nosotros.