Tres cuartas partes de los 26 millones de refugiados del mundo viven en países pobres y con sistemas de salud muy frágiles. Jordania, un país pequeño y desértico, con 10 millones de habitantes, alberga 650.000 refugiados de Siria y otros países vecinos. Mientras tanto, Estados Unidos, país rico y enorme, con 328 millones de habitantes, va a aceptar solo 15.000 refugiados este año, y probablemente sean menos.

El republicano Joe Biden va a mantener el bloqueo a la recepción de refugiados, al menos un tiempo, y los obispos católicos lo han denunciado.

“El número de refugiados que serán bienvenidos este año es muy inferior a lo que podemos hacer como país y no es una respuesta adecuada a la inmensa necesidad de reubicación”, declaró este lunes Mario Dorsonville, obispo auxiliar de Washington DC y presidente del Comité de Migraciones del Episcopado estadounidense (USCCB).

El viernes 16 de abril se informó que el gobierno de Biden no aumentará el límite de admisiones de refugiados durante el resto del año fiscal 2021. El límite actual de 15.000 refugiados, que se reubicarán este año en Estados Unidos, es el más bajo registrado.

De hecho, Estados Unidos ha aceptado solo 2.050 refugiados en el año fiscal actual, según el Comité Internacional de Rescate.

Biden no cumplirá sus promesas sobre recibir refugiados

En febrero, el presidente Biden prometió aumentar el límite de refugiados a 62.500 y antes, en noviembre, ante el Servicio Jesuita a Refugiados, habló de elevar el límite a 125.000. Nada de eso se va a cumplir, al menos en su primer año.

A última hora del viernes por la noche, la Casa Blanca declaró que “dado el diezmado programa de admisión de refugiados que heredamos, y las cargas sobre la Oficina de Reubicación de Refugiados, su objetivo inicial [de Biden] de 62.500 parece poco probable”, declaró la Casa Blanca en la “Determinación Presidencial de Emergencia sobre Admisiones de Refugiados para el año fiscal 2021”.

La Casa Blanca también indicó que permitiría que los refugiados vengan a Estados Unidos desde regiones previamente bloqueadas para la reubicación. Está previsto que los vuelos desde esas regiones comiencen en unos días.

“Una vez hecho esto, esperamos que el presidente establezca un límite máximo de refugiados aumentado para el resto de este año fiscal antes del 15 de mayo”, declaró la Casa Blanca.

El obispo Dorsonville expresó los deseos de los obispos católicos de que la administración finalmente eleve el límite de refugiados a 125.000. “Dado el número sin precedentes de familias de refugiados que buscan nuevos hogares después de ser perseguidas por motivos religiosos, políticos y de otro tipo, apreciamos que el programa de admisión de refugiados de Estados Unidos ofrecerá ahora a los refugiados previamente excluidos la oportunidad de reubicarse en nuestro país”, declaró Mons. Dorsonville .

Lo que enseña la Iglesia

El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia de 2005, en su párrafo 505, habla sobre los refugiados al hablar de las víctimas de guerras: "Una categoría especial de víctimas de la guerra son los refugiados, que a causa de los combates se ven obligados a huir de los lugares donde viven habitualmente, hasta encontrar protección en países diferentes de donde nacieron. La Iglesia muestra por ellos un especial cuidado, no sólo con la presencia pastoral y el socorro material, sino también con el compromiso de defender su dignidad humana. La solicitud por los refugiados nos debe estimular a reafirmar y subrayar los derechos humanos, universalmente reconocidos, y a pedir que también para ellos sean efectivamente aplicados".

Según la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), el número de personas desplazadas por la fuerza era de casi 80 millones a fines de 2019; 26 millones de ellos eran refugiados.