A continuación se ofrece un pequeño ejemplo de la disparidad en los sistemas educativos autonómicos. Para este caso se han tomado los contenidos establecidos legalmente tanto en la Comunidad de Madrid como en la de Castilla-La Mancha en la materia de Ciencias Sociales, Geografía e Historia para el primer curso de la ESO. En cursiva se han señalado en ambos casos los contenidos que se reproducen tal cual se encuentran en el decreto de mínimos para la ESO de ámbito estatal, es decir, que han sido copiados y pegados de las enseñanzas obligatorias comunes para todo el estado español

 







 




El bloque uno se dedica a contenidos que son comunes para todo el curso primero de la ESO y que se refieren a técnicas de trabajo propias del estudio de la Geografía y la Historia: utilización de mapas, gráficos, ejes cronológicos, realización de trabajos, busqueda de información... En este primer bloque aún podemos encontrar un remanente de la división de los contenidos en conceptos, procedimientos y actitudes que efectuó la LOGSE. Casi todo el bloque es una combinación de conceptos procedimentales y actitudinales. Los contenidos conceptuales propiamente dichos se encuentran en los bloques dos y tres, que constituyen la columna vertebral del programa de la materia que deben cursar los alumnos del primer curso de la ESO.

Pues bien, es en los bloques dos y tres donde se abre un abismo entre los curriculos autonómicos de Madrid y Castilla-La Mancha, si bien en el bloque uno ya pueden percibirse las primeras diferencias. El bloque dos, dedicado al estudio de la geografía, se caracteriza en el currículo castellano-manchego por ser una copia literal del Real Decreto de mínimos para todo el estado español. La secuencia de contenidos es caótica y desordenada, sin un orden lógico ni coherente.

Por otro lado, se obseva la presencia recurrente de los tres tipos de contenidos de la LOGSE mezclados entre sí: el primer párrafo hace referencia a procedimientos, tales como “observación directa o indirecta”, “lectura e interpretación de imágenes” (repetido) o “aplicación de técnicas de orientación y localización, mientras que el cuarto párrafo es de contenido predominantemente actitudinal: “valoración de la riqueza que hay que conservar”, “toma de conciencia...”, “disposición favorable...”, etc

Por lo tanto, el currículo de Castilla-La Mancha se caracteriza por no añadir nada al decreto de mínimos estatal, por su secuencia caótica y desordenada y por empeñarse en mantener contra viento y marea contenidos de tipo procedimental y actitudinal en un sitio donde están fuera de lugar, pues los nuevos decretos de desarrollo de la LOE los sitùan precisamente en el bloque uno.

Por el contrario, en el curriculo de la Comunidad de Madrid se aprecia de un modo claro una secuencia de contenidos ordenada y desarrollada, que comprende los aspectos más significativos del estudio de la geografía, y que amplía el mínimo estatal en cumplimiento del mandato legal que establece que el 35 por ciento del currículo será establecido por las autonomías.

Otro tanto sucede con el bloque tres, dedicado al estudio de la Historia desde el proceso de hominización hasta el final del mundo antiguo. El currículo madrileño realiza una articulación de los contenidos y un desarrollo de los mismos que se corresponde con los principales períodos y civilizaciones a estudiar de un modo claro y sistemático, mientras que el castellano-manchego vuelve a repetir el batiburrillo correspondiente sin que exista ni orden ni rigor.

Sin duda, esta pequeña muestra ya pone de manifiesto que la diferencia de preparación en esta materia entre los alumnos de Madrid y Castilla-La Mancha es más que notable. Esta realidad apenas se pone de manifieto en sus verdaderas causas en los variados estudios que miden el rendimiento escolar según las comunidades autónomas de procedencia del alumnado, y sin embargo a la vista está de cualquiera que quiera verlo. Sería hora de que los principales perjudicados, los alumnos y sus padres, comenzaran a tomar cartas en el asunto de forma más directa ante el desastre educativo que puede apreciarse en algunas comunidades autónomas.