Los vecinos del pequeño pueblo burgalés de Mazuela, en el que viven unas pocas decenas de habitantes, han logrado salvar la iglesia de San Esteban Protomártir gracias a una campaña de recaudación de fondos iniciada por la asociación Hispania Nostra.

Los vecinos apenas disponían de un mes para conseguir los 10.000 euros iniciales para comenzar las obras de restauración del templo. Sin embargo, antes de que acabase el plazo ya habían logrado la cifra de 13.000 euros gracias a las aportaciones de casi 150 personas.

“Durante la campaña en agosto, el pueblo ha recuperado muchos habitantes y estos se han volcado en la limpieza del templo”, explican los promotores de la iniciativa, quienes fueron los responsables de acudir a la asociación Hispania Nostra para lanzar su campaña de micro mecenazgo.

Además, desde que la campaña está en marcha, Mazuela se ha convertido en un foco turístico; “¡no paramos de recibir visitas!”, añaden. Este pasado domingo 5, todos los voluntarios rodearon la iglesia de Mazuela a modo de abrazo, con motivo de haber conseguido el objetivo mínimo para restaurarla.

Sus miras son aún más altas: 10.000 euros era el objetivo mínimo, pero el óptimo era rebasar los 40.000 euros. Y para eso les quedan apenas 10 días más de campaña.

La iglesia necesita reparaciones y vamos a repararla. Queremos hacerlo cuanto antes, ya que la degradación y deterioro continúa y lo que hoy se podría solventar con 40.000€, con el tiempo iría a más, al igual que el coste y las dificultades de reparación que podrían llegar a ser inasumibles”, explican.

Además, señalan que “siempre, a lo largo de generaciones, los vecinos de Mazuela hemos cuidado y mantenido nuestra iglesia, pero en los últimos años su deterioro ha necesitado una mayor aportación de fondos que, gracias al “convenio de goteras” del arzobispado y a las aportaciones de vecinos y Ayuntamiento, se han podido acometer”.

“El deterioro actual y las consecuencias de filtraciones que hubo en su día procedentes de la cubierta, justifican la necesidad de recuperación de un edificio que ha sobrevivido a través del tiempo y que no reúne las condiciones que se requieren en la actualidad”, explican los 30 vecinos que han acudido a Hispania Nostra.