Juan Manuel Cotelo, el popular director de películas como La última cimaTierra de MaríaFootprints, El mayor regalo o la serie Te puede pasar a ti , ha difundido un vídeo reflexionando sobre la crisis del coronavirus a partir de una experiencia que mucha gente ha tenido: las películas de catástrofes.

En esas películas, explica, hay héroes, pero también hay personajes quejosos y protestones que por lo general no aportan nada para mejorar la situación de la gente. 

"Es el que se pasa el día quejándose, no hace nada pero habla mucho. Concentra su cabeza y su boca en buscar culpables. No aporta nada práctico, ninguna solución, sólo más ambiente de negatividad", apunta el cineasta.

Además, suele ser egoísta y preocuparse sólo por sí mismo, mirando a los demás como estorbos para su salvación. Se aferra al último salvavidas, mientras que un héroe puede cederlo con generosidad.  Pero, al final, el egoísta termina tirando la toalla y fracasando. 

Lo primero que hace el héroes es pararse y pensar

"En cambio, ¿qué hace el héroe? Lo primero es pararse a pensar en mitad del caos", señala el cineasta. "Aunque esté el edificio en llamas, el barco agitándose o La Masa corriendo, el héroe se detiene un segundo y dice 'es por allí'".  El héroe actúa y también sabe que forma parte de un equipo y actúa para ayudar a los demás. "Y, por último, el héroe gana: este partido lo vamos a ganar", anima el cineasta. 

Como cineasta Cotelo ha conocido muchos ejemplos de superación, personas que han afrontado circunstancias muy duras y, pese a ellas, han salido adelante, han crecido y han vivido con felicidad. 

Hay tesoros ocultos escondidos tras el sufrimiento

"He aprendido en mi corta vida que detrás de cada sufrimiento humano hay tesoros ocultos. Las personas que más me han ayudado en mi vida no han sido los que no han tenido problemas, los que nacieron con éxito, sino los que han tenido los mayores sufrimientos, las mayores dificultades y eso les ha hecho más fuertes, más felices, más sanos, más generosos, con más fe, con más esperanza, con más amor... y se les nota. Creo que este es el gran tesoro escondido que hay en esta situación dramática". 

Por eso, propone que las personas cada día se planteen un reto: "voy a buscar qué tesoro escondido encuentro hoy".  

Y entre esos tesoros está el agradecimiento, el aprender a agradecer y valorar cosas a las que no prestábamos atención, como el trabajo de los que mantienen servicios de salud o de alimentación...