En Jordania se invertirán 100 millones de dólares en la construcción de una ciudad turística en el lugar donde fue bautizado Jesucristo, con la finalidad de atraer un millón de peregrinos en 2030, cuando se celebre el segundo milenio de ese acontecimiento en el que se reveló Su condición divina y mesiánica.

Samir Murad, director de la fundación promotora, explicó a Religion News Service que la ciudad no romperá arquitectónicamente con el entorno ni contará con megahoteles ni restaurantes de lujo, sino que intentará reflejar la forma de vida en la región dos mil años atrás: "Queremos que los peregrinos puedan dedicar un tiempo de calidad en el lugar del bautismo, respetando su espiritualidad y las exigencias de la Unesco", que ha declarado patrimonio de la Humanidad la cercana área arqueológica en torno al antiguo monasterio de Al-Maghtas.

Samir Murad tendrá un estilo de "tiendas", aunque con camas cómodas y todas las exigencias de servicios higiénicos y de conectividad naturales hoy, de forma que puedan ofrecerse "precios razonables para los peregrinos que quieran pasar un tiempo espiritual en este lugar sagrado". Los servicios de restauración estarán basados en los animales y plantas mencionados en la Biblia.

El proyecto, en las acuarelas del profesor Kamel O. Mahadin. Fuente: Religion News Service.

Murad, empresario y ex ministro de Trabajo de Jordania, dijo que la fase inicial estará terminada en 2023 y costará 15 millones de dólares. La segunda fase, que incluirá un hotel de tres estrellas, restaurantes, un área comercial, un museo y un centro de práctica deportiva, sumará 85 millones y se desarrollará en los próximos años. Habrá asimismo un jardín botánico y un área natural, dado que se trata de un lugar de paso parda las migraciones de las aves.

"La idea es crear una atmósfera como la de la Ciudad Antigua de Jerusalén", señaló Murad, quien trabaja ya en la búsqueda de financiación para la primera fase, con la que seducir posteriormente a los inversores de la segunda. Una reciente cena para 250 invitados fue el primer paso dado en esa dirección, y contó con la participación del Rey Abdullah II, sus dos hijos y el primer ministro jordano.

Nueve comunidades religiosas han mostrado ya su interés en disponer allí de un centro donde recibir a sus peregrinos.

Artículo publicado originariamente en Fundación Tierra Santa