Tamara Falcó ganó recientemente la edición de Masterchef Celebrity, el reality de Televisión Española que es líder de audiencia. Y lo hizo dando durante todo el programa un testimonio sencillo de fe y con una total naturalidad. Se convirtió sin pretenderlo en una evangelizadora que habló del Rosario, del amor al prójimo y del papel de la fe en su vida a millones de telespectadores.

“En Masterchef, por ejemplo, he estado con un montón de gente distinta a mí. Intento tratar a la gente con respeto y espero respeto, lo que considero que es una versión de amar al prójimo como a ti mismo. Cuando alguien te hace daño y ves a Jesús que aguanta, ves que es el camino, que además te devuelve la paz. Yo tengo un pazómetro. Veo cosas que me están quitando la paz y digo: ‘Uy, con esto no vamos bien’”, explicaba Tamara.

¿Un amuleto? No, "mi padre"

El camino abierto por Tamara puede ayudar a otros a hablar de su fe con orgullo también en televisión. Y precisamente en Masterchef Junior, cuyos protagonistas son niños, ha surgido un joven aspirante que también habla con alegría de su amor a Jesús.

Se trata de Juan, un niño de 10 años natural de Madrid, segundo de cuatro hermanos, alegre y entusiasta, pero sobre todo contento de hablar de Dios. Y en una de las pruebas del programa lo dejó totalmente patente.

Cuando Jordi Cruz, miembro del jurado, se le acercó para ver el desarrollo de unas de las recetas y le preguntó, entre otras cosas, si tenía algún “amuleto”. El pequeño rápidamente fue a buscar algo que va más allá de cualquier amuleto y le enseñó un gran crucifijo que tenía encima de su mesa de trabajo. Y ¿qué significa para él ese crucifijo? No lo dudó: “Para mí todo, es como mi Padre, Jesús”.

Jordi Cruz se quedó sorprendido ante la respuesta y dijo que se alegraba que tuviera fe y fuera importante para él para que le inspirase.

Además, en otro momento del programa Juan también confesó un truco: “Yo tengo un truco, antes de cocinar hay que rezar”.