Este viernes 24 volverán los rezos musulmanes a la basílica de Santa Sofía de Estambul, tras casi un siglo convertida en museoRecep Tayyip Erdogan, hurgando en la herida, invitó al Papa a vivir ese momento.

Francisco se había declarado "dolido" durante el Ángelus del 12 de julio tras firmar el presidente turco la orden que ha reconvertido en mezquita (como fue hasta 1934) el antiguo templo cristiano. Y el lunes el pontífice mantuvo una conversación telefónica con la presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, quien le llamó para pedirle que utilizase su influencia para globalizar la protesta contra una decisión que el gobierno de Atenas consideró luego en un comunicado que "no es un asunto interno de Turquía, sino una cuestión más amplia por la cual la comunidad internacional debe expresar su condena de manera directa".

Decisión que ha irritado asimismo a todo el orbe cristiano, pero en particular a las comunidades ortodoxas.

La Iglesia Ortodoxa Griega, con sede en Constantinopla (Estambul), lamentó la utilización de la basílica por parte de Erdogan como “un trofeo y un símbolo de conquista”, y el metropolita Hilarión, responsable del departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, advirtió de que “cualquier intento de modificar el actual estado de Santa Sofía supondrá la violación de los frágiles equilibrios interreligiosos que se han mantenido hasta ahora”.

En la misma línea, el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca caldeo, consideró el hecho "triste y doloroso" y lamentó que “el presidente turco no haya considerado el respeto de los sentimientos de los miles de millones de cristianos en el mundo, olvidando lo que ellos han hecho por los musulmanes”.

Según recoge además Aciprensa, la consagración del templo al culto exclusivo islámico obligará a tapar los ricos mosaicos cristianos bizantinos por su incompatibilidad con el rezo musulmán. Representan a Cristo Pantocrátor y a la Virgen María, y ya estuvieron ocultos durante siglos debajo de una capa de cal. 

Por el momento, los trabajos se centran en esconder temporalmente un mosaico de la Virgen con el Niño acompañados por el arcángel San Gabriel, que se encuentra en la semibóveda del ábside principal de la basílica, justo encima del mihrab que señala la dirección de la ciudad de la Meca y desde donde el imán dirigirá el rezo.

En el mundo islámico el apoyo a la medida de Erdogan es mayoritario, salvo algunas personalidades individuales que se han manifestado públicamente en contra, principalmente por el temor a que se vean dañadas las relaciones entre comunidades religiosas y crezca la aversión al islam en los países cristianos.