Álvaro López Asensio ha dedicado su investigación a la historia de los judíos en Aragón durante la Edad Media. Tras estudiar Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y ampliar sus estudios en Jerusalén, actualmente es profesor y miembro de la Asociación Española de Estudios Hebraicos.

Tras publicar varios libros sobre este tema acaba de presentar Privilegios y gobernanza de los judíos en Calatayud y Aragón, y en una entrevista en El Periódico de Aragón explica cómo era la convivencia entre judíos y cristianos antes de su expulsión en 1492.


La sociedad judía, de manera similar  la cristiana, se dividía en tres estamentos, la mano mayor, la media y la menor. “La comunidad judía era más rica que la cristiana en todos los niveles. Un pobre judío era mucho más pudiente que un pobre cristiano, y eso era porque se apoyaban entre sí y se daban trabajos los unos a los otros. Los únicos pobres eran la gente que no podía trabajar, como las viudas o las personas que padecían alguna enfermedad”.

Según explica López Asensio, los judíos siempre fueron una gran minoría en la península, pero pese a ello demostraron una superioridad en campos concretos como la economía o la enseñanza. Como norma, los judíos escolarizaban a sus menores garantizando tasas de alfabetización mucho mayores que las cristianas.

Por otro lado, la posibilidad de prestar dinero, algo que los cristianos tenían prohibido, les aseguró hacerse con el monopolio de la economía y ganar influencia en la corte. De este modo, consiguieron una serie de privilegios, que generalmente se encaminaron a conseguir una cierta autonomía de las comunidades judías.


Este experto desmonta que hubiera buenas relaciones entre las distintas religiones. “Es un mito que se respetaran. Lo de las tres culturas esconde detrás intereses políticos. La realidad es que no cohabitaban y que eran sociedades totalmente endogámicas que no se juntaban. Sólo tenían entre sí relaciones mercantiles y comerciales”.

Como profesor, Álvaro López Asensio se lamenta de lo poco que se enseña en los colegios sobre el judaísmo en España. “Soy profesor y lo sé. Los judíos llegaron a España hace más de 2.000 años y sólo se mencionan en los libros de texto en pocas líneas y para decir que los expulsaron en 1492”, explica.