El próximo martes 6 de junio la imponente basílica de Loyola, ubicada en la localidad de Azpeitia (Guipúzcoa), se convertirá en un enorme cine para acoger el preestreno de la película Ignacio de Loyola, que será proyectada precisamente en donde nació el santo y fundador de la Compañía de Jesús.

De este modo, este lugar tan especial para los jesuitas verá la vida de Ignacio de Loyola, un hombre que trascendió fronteras, que fue un adelantado a su tiempo y que se convirtió con un celo evangelizador en uno de los santos más queridos y conocidos de la Iglesia.

La presentación de la cinta, producida por European Dreams Factory correrá a cargo de su protagonista, el actor Andreas Muñoz, que recibió recientemente el premio Madrimaná por su interpretación en esta película.

En una entrevista con ReL, a raíz de su galardón, aseguraba que lo más importante del personaje que interpreta es “al final es el silencio y la escucha, quizá. Vivimos en una sociedad acelerada e impaciente, deberíamos poder escuchar más, con silencio y paciencia. Ignacio enseña a mirarte por dentro, a detenerte”.



Cinco siglos después de que este hombre cambiara con su obra evangelizadora cambiara la cultura y la sociedad de gran parte del mundo y en el momento en que ocupa la sede de Pedro el primer Papa jesuita, cineastas filipinos han decidido dar a conocer a través de la Gran Pantalla la historia que cuenta la transformación interior de esta imponente persona con la película bajo el título Ignacio de Loyola.

España acogerá su estreno el 16 de junio en salas comerciales que se irán actualizando a través de la web www.peliculaignacioloyola.es.

Una mirada incisiva y emocionante a la vida del hombre detrás de la leyenda, después de su transformación de una juventud impetuosa e impulsiva obsesionada con las mujeres y la lucha de espadas al carismático líder de una Orden que cambiaría la cara de la cristiandad.

Ignacio de Loyola narra la vida de un joven soldado, Iñigo, que se vio obligado a renunciar a su carrera militar tras resultar herido en batalla. Lo que se presentaba entonces como una desgracia, se tornó a raíz de encontrarse postrado en cama y con nuevas lecturas  con un repentino deseo ardiente de convertirse en un santo. Desde entonces, el joven y pasional Loyola, se encontrará inmerso en una nueva batalla: la de enfrentarse con la incredulidad, el rechazo de la gente más cercana, y la necesidad de luchar por encima de todo contra sí mismo.