Fassbender, hijo de un alemán, criado en Irlanda, fue monaguillo a los 12 años.
"Crecí con la religión católica y forma parte de mi madurez. La historia de Jesucristo me afectó de manera muy profunda. Ahora sólo voy a misa una vez en Navidad. No me considero religioso, pero sí espiritual", ha explicado en El Mundo.
"El reconocimiento de que existe algo por encima de lo terrenal, puede ser un motivo para la reconciliación que coloca en el mismo nivel a gente de muy diversa procedencia económica y social. Hasta puede ser una terapia que sustituya al psicólogo. Eso lo he visto en más de una ocasión en mi Irlanda natal", añade en el periódico español.
En Cover Magazin D, en septiembre de 2012, daba algunos datos más sobre su vivencia de la fe. Explicaba que sus padres iban a misa cada domingo en Irlanda, aunque no era especialmente religiosos. Explicó que se aburría en misa pero que cuando lo hicieron monaguillo, con 12 años, la cosa cambió y se hizo más emocionante.
Más aún, unos meses después lo nombraron monaguillo jefe, que era quien guardaba las llaves del templo y tenía que madrugar para asegurarse que todo estaba listo para la misa. "Desde entonces siento responsabilidad hacia el público", afirma.
"Yo tenía doce años y las llaves de la casa de Dios. Incluso dormí algunas veces en la Iglesia, sólo porque tenía miedo de quedarme dormido por la mañana y no poder abrir a tiempo. Una vez llegué tarde, corrí como un loco por el campo hacia la Iglesia, con todos los dignatarios allí esperando. En ese momento supe lo que era la vergüenza".
Aunque ya no es practicante y no parece haber dedicado mucho tiempo a explorar la fe, se niega a hablar mal de la religión y, por lo que dice, las alternativas al mensaje de Cristo no le entusiasman.
"Hoy la religión a menudo tiene una imagen negativa, pero yo intento ver lo positivo. En el catolicismo están esos rituales y esa imaginería fuerte... si quieres, podemos decir que tenemos un espectáculo mucho mejor que el de los protestantes".
Ya en esa entrevista de 2012 se definía como "una persona espiritual, que toma un poco de aquí y de allí". Recordaba la frase de Cristo: "Ama a tu vecino como a ti mismo". "Suena simple, pero es la verdad. Necesitamos amor en este mundo. Yo lo creo, incluso si suena hippiesco y muchos dirán que eso no funciona. ¿Cuál es la alternativa? Las guerras, la incerteza, todos esos sentimientos negativos que no nos llevan a ningún sitio. Amor divino: de eso se trata".
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