El 18 de marzo del año próximo, víspera de la festividad de San José, se estrenará Corazón de padre, de Goya Producciones. "Hemos hecho la última grabación, el testimonio de unos padres de 14 hijos que viven en Extremadura y tienen unas historias increíbles", nos explica el director de la película, Andrés Garrigó: con muchos "milagros cotidianos" y la curación inexplicable de la madre tras uno de los partos. "Son unos apóstoles tremendos de la devoción a San José", añade, regidos por una máxima: "Hay que tener fe para lanzarse y esperar que Dios te recoja".

Un "crowdfunding" necesario

Que es también un poco la filosofía de tantas apuestas cinematográficas católicas que buscan llevar a los cristianos una forma distinta de entretenimiento. Por eso la principal urgencia ahora es completar la financiación de Corazón de padre para cubrir todas las tareas de postproducción y distribución nacional e internacional. El coste estimado total del film es de 170.000 euros, de los cuales 95.000 han sido aportados por diversos mecenas. Han lanzado un crowdfunding para completar los 75.000 restantes y en pocos días han conseguido ya un buen porcentaje, pero aún queda hasta conseguir el objetivo.

¿Por qué animarse a contribuir a él? "No hay ninguna película ni documental que hable de San José en todos los aspectos tan ricos que abordamos en Corazón de padre", responde Garrigó, y alega tres razones para apoyarla: la familia, la Iglesia y la buena muerte.

Familia: solo San José puede arreglarlo

"Todo el mundo coincide en que está habiendo un ataque generalizado a la familia", explica, "con la destrucción del matrimonio y la insidiosa destrucción de la figura del padre, reduciendo a la nada la paternidad". Es casi imposible contrarrestar las enormes fuerzas que actúan en ese sentido, así que, "¿quién podría hacerlo con mayor probabilidad de éxito que el padre de Jesús?"

Por eso cada vez se le invoca más en casos de dificultades conyugales. La película recogerá el caso de un matrimonio de Badalona, casado por la Iglesia y con dos hijos, que acabó en divorcio. La mediación de San José fue decisiva (Garrigó no nos desvela cómo, para no hacer spoiler) y cinco años después del divorcio volvieron a unirse y a casarse por lo civil -por reconstituir la unión también a efectos legales- y la reconciliación fue bendecida con un nuevo hijo.

Protección sobre la Iglesia

Además de la familia, también la Iglesia necesita la protección de San José, a quien también veremos en Corazón de padre, no con una trama de ficción paralela, como hizo Goya Producciones en Fátima: el último misterio y en Corazón ardiente, sino con escenas dramatizadas de su vida que dirigirá Pablo Moreno (quien viene de estrenar Claret).

Garrigó explica que la devoción a San José es relativamente reciente en la Iglesia: "En los primeros siglos no aparece en la literatura, ni en la piedad popular, ni en la teología, quizá en prevención para garantizar la primacía de Jesús y de María". En la Edad Media algunos santos empiezan a hablar de él, pero es sobre todo Santa Teresa de Jesús la gran "impulsora" del culto al esposo de Nuestra Señora.

La investigación realizada para la película les ha permitido documentar el encuentro entre la mística de Ávila y El Greco, a quien la reformadora del Carmelo encargó el cuadro que se conserva en la Capilla de San José de Toledo.

En él aparece con apariencia joven y él solo con Jesús, una doble ruptura con la tradición pictórica que le representaba como un hombre de edad muy avanzada y siempre como tercer personaje, junto a la Virgen y el Niño.

Garrigó nos comenta las propuestas que han hecho algunos teólogos sobre San José. Algunos consideran que ya está en cuerpo y alma junto a Jesús y María, compartiendo con su esposa el privilegio de una asunción que permitiría la reunión de la Sagrada Familia en el cielo sin tener que esperar al Juicio Final y la resurrección de los cuerpos. Otros hablan de una purificación en el seno materno similar a la que se considera que recibió San Juan Bautista.

"es impensable", sostiene Garrigó, "que, en el tiempo que convivió con Jesús y María, hubiera en él la más mínima traza de pecado". En cualquier caso, la Iglesia "no se ha pronunciado sobre ninguna de estas dos hipótesis".

Pero sí que ha ido fomentando la devoción a San José en el último siglo y medio de forma muy notable. Todos los Papas desde de Pío IX, quien le nombró en 1870 patrono de la Iglesia universal, le han dado un título o patrocinio nuevo, y por ejemplo Francisco, además de convocar el año jubilar en el que estamos, aprobó siete nuevas invocaciones para sus letanías.

La película incluirá un time line muy preciso sobre este in crescendo del compromiso pontificio en promover la devoción a tan gran santo.

Patrono de la Buena Muerte

El patronazgo de la Buena Muerte es uno de los títulos más queridos por la devoción popular a San José. La narrativa evangélica, que no le menciona salvo en la infancia del Salvador, sugiere que murió antes del inicio de su vida pública, se presume, lógicamente, que acompañado por Jesús y María. ¿Se puede pedir más?

"San José es patrono de muchos tipos de personas: obreros, padres, enfermos... de la Iglesia entera. Pero la Buena Muerte abarca a toda la humanidad y en particular a los pobres, porque nadie hay más pobre que el agonizante", recuerda Garrigó.

En todo el mundo

El rodaje de Corazón de padre ha sido un descubrimiento continuo de cosas ignoradas o consideradas hasta ahora secundarias: "Hemos descubierto a San José en este viaje por el mundo", dice su director.

Entrevistaron a Donald Calloway, un sacerdote estadounidense que consumía drogas y estuvo en la cárcel antes de su conversión y que acaba de dedicarle un libro, Consagración a San José. En su testimonio, afirma que su letanía josefina favorita es "terror de los demonios": le temen, dice, por su pureza y por su humildad, dos virtudes que los diablos, que se perdieron por su soberbia, aborrecen.

Grabaron en Canadá, en el Oratorio de San José en Montreal, el templo católico más grande del país y el santuario más grande del mundo dedicado al padre adoptivo de Jesús. Es una obra colosal que se debe al empeño de San André Bessette (1845-1937), un sencillo hermano portero de la congregación de la Santa Cruz que quiso agradecer así que "todo lo que le encomendaba a San José lo conseguía": ¡lo mismo que alegaba Santa Teresa!

Y rodaron en enclaves tan significativos como el monasterio de Cotignac, en Francia,  la única aparición de San José en solitario que ha sido reconocida por la Iglesia; en el santuario de San José de la Montaña en Barcelona, donde se apareció a la Beata Petra, gran impulsora de su devoción; o en Tuscania (Italia), junto a más de sesenta religiosas del Instituto del Verbo Encarnado que viven en un monasterio donde también se apareció en el siglo XIX.

Ha sido "un trabajo colosal" transmitir tantas cosas, algunas muy poco conocidas, sobre San José, concluye el director de Corazón de padre, a cuyos espectadores augura "una buena cantidad de sorpresas".

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