Mucha gente conoce la leyenda del Rey Arturo, quien al sacar la espada de una roca demostraba ser el elegido por Dios (o por la magia del mago Merlín) para gobernar.

Pero pocos conocen que hay una espada real clavada en una roca real en una capilla católica italiana, la capilla de Montesiepi, en el pueblecito de Chiusdino, cerca de la abadía de San Galgano.

La espada la clavó allí el caballero San Galgano Guidotti en el siglo XII. No es un personaje completamente legendario y nebuloso, al contrario, se trata del primer santo canonizado mediante un proceso formal de canonización a instancias de un Papa. Fue el Papa Lucio III (1181 a 1185) quien inició el proceso canónico a los 4 años de morir el caballero. Lucio III era un hombre valiente, famoso por plantarle cara al poderosísimo emperador germánico Federico Barbarroja.


La espada de San Galgano, tal como se exhibe en la capilla de Montesiepi, donde la clavó el caballero santo


San Galgano, a los 30 años, después de una vida de juventud poco ejemplar como caballero mundano y combatiente no muy noble, presionado por sueños y visiones divinas, decidió retirarse y empezar a vivir como ermitaño. En esa vida de oración, tuvo dos visiones místicas.

En la primera visión, el Arcángel San Miguel dijo que le protegería personalmente.

En la segunda, vio a los Doce Apóstoles y al mismo Dios.

Al acabar la segunda visión, quiso marcar el lugar con una cruz, y como no tenía otros materiales, clavó su espada en el suelo.

La historia dice que la tierra se endureció inmediatamente y que ha quedado dura como la roca desde entonces.


Esta urna protege la roca con la espada

Otras fuentes señalan que clavar la espada en la roca fue el milagro que Dios usó para convencer a Galgano de que dejase de pensar en la vida mundana y se volcase seriamente en la vida de oración.

No hay leyendas sobre otros milagros de San Galgano: sólo la espada, que al parecer hay especialistas que datan en esa época.

Wikipedia especifica que murió con 33 años el 30 de noviembre 1181, día de su celebración litúrgica.



Este es el exterior de la capilla que guarda la espada, en el lugar donde San Galgano vivió su visión de Dios y los 12 apóstoles


La roca con la espada está hoy protegida por una urna dura y transparente. Según parece, en el correr de los siglos bastantes personas han intentado sacar la espada de la roca, y la capilla intenta disuadir a vándalos y blasfemos exponiendo lo que –asegura un texto- son manos momificadas de un ladrón que intentó llevarse la espada y fue repentinamente atacado y matado por lobos.

Wikipedia añade el dato de que un hombre en 1992, intentando sacar la espada, lo único que consiguió fue romperla. Los responsables de la capilla la volvieron a pegar en su sitio.


Cerca de la capilla, se construyó una gran Abadía de San Galgano, de enorme valor arquitectónico, hoy en ruinas; sin techo, deja ver el cielo en cruz