Es cuando menos significativo, casi irónico, que hasta la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) haya puesto su vigilante foco sobre el ‘Sálvame diario’ a propósito de las calificaciones para edades que consideran las cadenas, en este caso Telecinco. Y es que la telebasura, según qué grados, no es apta para todos los públicos o para los mayores de siete años, como el programa que nos ocupa, según la Ley de Comunicación Audiovisual.


La CNMC ha requerido a Mediaset por ese motivo “para que adopte las medidas oportunas para una correcta adecuación de la calificación por edades de los contenidos del programa”. En suma, que retire el cartelito de “no recomendado para menores de 7 años” o que ajuste sus contenidos a la franja horaria en la que emite (de 16:00 a 20:10), con el fin de asegurar la protección a la infancia que exige la ley entre las 17:00 y 20:00 horas.

Es interesante que hasta el regulador deje en evidencia a una cadena a propósito de la telebasura, de la que tanto abusan los dos grandes grupos televisivos, Mediaset y Atresmedia. También abusan de la doble moral, pero en eso no puede entrar la CNMC, sino el sentido común. Sólo un ejemplo: a la misma hora que Wyoming ridiculiza, como comediante que es, en ‘El Intermedio’, al PP y a su ‘vecinos’ o a la Iglesia -también y sin piedad alguna-, Pablo Motos se presta a un registro que nada tiene que ver con lo anterior en ‘El Hormiguero’ (menos político y ramplón y teóricamente más entretenido). Los dos programas son de cadenas distintas, La Sexta y Antena 3, pero del mimo grupo, Atresmedia. Eso es doble moral.


Con la telebasura ocurre lo mismo, pero en este caso es la CNMC la que da los argumentos. Señala que “algunos de los programas deberían haber sido calificados para una edad superior por contenidos y situaciones como: la presentación explícita y sin solución positiva de graves conflictos emocionales” (odio, violencia, venganza…),  por presentar “sin finalidad educativa o informativa de actitudes intolerantes, racistas, sexistas y violentas” y un largo etcétera en el que se incluyen “manifestaciones denigratorias” o “lenguaje soez expresado de manera ofensiva”.

La CNMC da un plazo de diez días a Mediaset para adecuar la calificación por edades de los contenidos, y que, de lo contrario, le abrirá un procedimiento por infracciones de carácter grave.