Tras el I Ciclo de Conferencias Dominicales, organizado en 2013-2014 en el Valle de los Caídos en torno al tema Testigos de la Fe: el valor de los mártires, el Foro San Benito de Europa ha comenzado el curso 2014-2015 el segundo ciclo, esta vez centrado en Europa: raíces, identidad y misión.

La primera conferencia tuvo lugar el pasado 26 de octubre, cuando el abad del monasterio de Cuelgamuros, Dom Anselmo Álvarez Navarrete, expuso las bases Para un renacer de Europa.

La segunda tendrá lugar , donde el profesor Alberto Bárcena, coordinador de la asignatura Historia y Sociedad en el Instituto de Humanidades de la Universidad San Pablo-CEU y responsable del área cultural del Foro San Benito, disertará sobre La Europa de las catedrales.

Una cuestión que da pie a indagar en la realidad de esos templos como sublime expresión arquitectónica de la Cristiandad.

-Sin duda; es la Europa en la que se unieron fe y razón. Una Europa llena de vitalidad que produjo sus mejores frutos. Como las primeras universidades, una iniciativa admirable que buscaba democratizar la enseñanza abriéndose a toda la sociedad.


El profesor Alberto Bárcena es el coordinador
cultural del Foro San Benito.



-En el siglo XIII ya se habían consolidado en todo el continente (Bolonia, París, Salamanca, Oxford, Cambrigde, Nápoles, etc.) y estaban organizadas, en lo fundamental, tal y como han llegado hasta ahora. Sin ellas no se hubiera alumbrado el humanismo que hizo posible el Renacimiento. Ya entonces empezó a devaluarse la Edad Media de una manera arbitraria, por falta de conocimiento en buena medida. Pero sin esa plenitud cultural de los siglos XII y XIII la Europa que conocemos no hubiera existido.


-Es un estilo que expresa una elevada espiritualidad, un esfuerzo asombroso por acercarse a Dios; por alabarle a través del arte. Los mejores logros del gótico, sin duda alguna, fueron los edificios dedicados al culto divino. Es un arte religioso que, como ya ocurriera antes con el románico, alcanzó todo el espacio de la Europa occidental y central.

-Fueron señas de identidad de las ciudades donde se construyeron. Lo mismo que las iglesias más sencillas de los pueblos más apartados. Eran el lugar de reunión de toda la comunidad, un espacio abierto a todos sus habitantes que allí se reunían por lo más fuerte que tenían en común: la Fe. Junto a las catedrales, además, nacieron las escuelas catedralicias, origen de las universidades a las que me he referido antes. Una iniciativa de Carlomagno y, ya antes, de San Isidoro de Sevilla.

-Podían tardar siglos en acabarse. Hay mucha tenacidad y confianza en Dios y en el futuro detrás de ellas. La financiación corría a cargo de la Iglesia y de la Monarquía; el Trono y el Altar, los dos pilares de la sociedad medieval.

-Sí, una de sus características más significativas es el cuidadoso trabajo de la piedra no solo en las zonas más visibles sino también en las agujas de las torres, y en las cubiertas. Unos trabajos artísticos que solamente podría ver Dios; se hacían para Él.

-Las de Santiago (aunque es románica) no solo por su belleza y monumentalidad, sino también por su significado como meta de una de las peregrinaciones mayores: el Camino de Santiago que tanto influyó en la consolidación de la unidad espiritual europea. Entre las góticas, destacaría las de París y Colonia. Y volviendo a España las de Burgos, León y Toledo, construidas bajo el impulso de los reyes cruzados españoles, como San Fernando.

-Unos reinos que construían tales obras de arte indicaban que la Reconquista era ya un proceso imparable.

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Tras la conferencia de este domingo 23 de noviembre, seguirán las del 14 de diciembre (La influencia de la doctrina en la formación de Europa, por Antonio Alonso Marcos) y 25 de enero (Libertad, igualdad, fraternidad y descristianización, por Javier Paredes Alonso). La cita, siempre en la Hospedería del Valle de los Caídos, a las 12.45 horas.