Hugo Becker es el actor protagonista de 'Vencer o morir, la película histórica sobre la revuelta de campesinos católicos de la región de La Vendée frente a los abusos de la República francesa entre 1793 y 1796. Es la primera película de Puy du Fou Films, y se beneficia de este popular parque francés y su experiencia en atrezzo y representaciones históricas.

Becker habla español bien, con acento francés (tiene primos en Barcelona y pasa con ellos muchas vacaciones). Admira a Charette, el marino reconvertido en jefe de guerrillas y, durante un tiempo, considerado "el rey de La Vendée". Los espectadores españoles le pueden ver este viernes en cines con sus pistolas, gran sombrero y su elaborado pañuelo de cuello (cines aquí). Habla con ReL y revela cuál fue la escena que más le costó interpretar.

- ¿Es su primera película de tema antiguo, con caballos, espadas...?

- Bueno, hice una miniserie de TV con Isabelle Adjani, haciendo yo de Enrique II [rey de Francia en el siglo XVI, vivió entre 1519 y 1559]. Ahí aprendí a montar a caballo.

- En Vencer o morir hay bastantes caballos, y cargas de caballería con pistola...

- Con esta película me he aficionado a montar y pienso seguir haciéndolo. Una cosa peculiar de esta película es que sólo teníamos 18 días de rodaje, y todo el entrenamiento previo para las escenas de acción lo tuve que hacer antes, por mi cuenta. Otros actores también lo hicieron así, y eso no es muy frecuente. Es más común dejárselo a dobles de acción, pero muchos no hicimos eso aquí. Si me ves cabalgando, disparando o haciendo acrobacias, soy yo, no es un doble.

- La película tiene cargas de caballería, pero no duelos a espada...

- No hay duelos, pero sí batallas intensas, con coreografía de combate. Sobre todo al principio, la batalla de Torfou. Hicimos muchos ensayos de esa lucha, aunque luego se recortó bastante. Mira, tengo vídeos de los ensayos aquí en el móvil...

Hugo Becker con espada interpreta a Charette en la batalla de Torfou en la película Vencer o Morir.

- Charette es un héroe contra el mundo, pero en la película no es un galán, por ejemplo. No hay romances...

- Charette es un héroe algo distinto. No es un santo, vemos que tenía mujeres a su alrededor, pero la película se centra en su forma de vivir y pensar la guerra. Tiene muchos dilemas. ¿Es justo ir a la guerra? ¿Cuándo hay que dejarla? En cierto momento hace un juramento y se centra en cumplir con la guerra. Pero luego explora la posibilidad de una concordia, una reconciliación... Hay que tener en cuenta que la película primero se pensó como docuficción y luego pasó a ser una película clásica, de tema histórico. Por eso hay una voz en off, que suena peculiar, pero también ayuda a entrar en la mente del personaje.

- Según como lleve la barba y melena, a veces Charette parece Aragorn, y otras Cristo, sobre todo en su 'pasión', al final...

- No es intencionado, aunque supongo que todos tenemos referencias épicas. Otros me comparan con Braveheart, aunque sin el presupuesto de Braveheart. Lo cierto es que el director y yo sí que nos reunimos y hablamos sobre como caracterizar a Charette. Para empezar, teníamos retratos y cuadros de su época. Al principio, sólo lo pintaban con patillas, luego con barba completa. Lo de su pluma blanca en el sombrero es histórico. Usamos los cambios en su barba para indicar cambios en el personaje, por ejemplo.

Charette, pintado por Paulin Guérin en 1819,  23 años después de su muerte. Es una fuente de inspiración para la película.

- A partir de cierto momento, la película se centra más en la vida interior de Charette...

- Lo más complicado para mí, como actor, fue entender su forma de pensar. Pero me di cuenta de que tras su juramento todo cambia para él: sabe que en cualquier momento puede morir, que mañana lo pueden matar, así que vivirá con una intensidad total. Al quedarme con ese sentimiento, pude interpretar al personaje. Alguien que piensa eso, no habla igual. Eso alimentó la vida interior del personaje. Luego le pasan cosas con su familia, su hijo...

- ¿No le parece que faltan héroes en el cine? Excepto los superhéroes, que van en grupos, ya no vemos un Rob Roy, un Braveheart, ni siquiera un Rambo...

- No sé si faltan, pero cuando yo era niño, los héroes de las películas me ayudaban a levantarme, a combatir y a tener esperanza. Por ejemplo, pienso en los discursos inspiradores de Al Pacino, o los de Braveheart, o los de Rocky, el boxeador...

- ¿Hay discursos inspiradores de Rocky?

- Sí, a su hijo. Me encanta: le dice que le ha visto crecer, que no hay que ser cobarde, no hay que asustarse... Ves un discurso así y te da fuerzas. A veces, también los malos de la película pueden decir algo inspirador o edificante. En 'Vencer o morir' tenemos a Travotte, un jefe de los azules que muestra respeto a Charette, con cierto honor.

- No sé yo si es fácil soltar discursos inspiradores hoy en el cine...

- Si te digo la verdad, la escena que más me costó fue el discurso anterior a la batalla de Torfou, exhortando al combate. Pero lo me ayudó mucho es que todo era real, porque tenía de verdad 250 personas delante, con horcas y guadañas. Yo iba a caballo, las cámaras estaban lejos, así que viví el momento realmente. Además, muchos de ellos eran de Vendée, conocían la historia, la vivían de verdad... Eso fue muy especial y lo recordaré siempre. Otra escena complicada fue la de su hijo. Yo tenía que mostrar lo que Charette sentía por dentro pero con contención, sin mostrarlo demasiado, y eso siempre es muy difícil.

Vencer o morir se estrena este viernes 15 de septiembre en cines de toda España. Lea aquí la entrevista de ReL al guionista y director, Vincent Mottez, sobre aspectos históricos y artísticos. 

Aquí en El Debate Becker cuenta algunos aspectos más que le gustaron de Charette: