Dean Wright, el director de "Cristiada" ("For Greater Glory" ha respondido a una entrevista de José Luis Panero, del blog de cine "Palomitas de Maíz", en el cual revela algunos efectos que tuvo la película en la clase política de México, junto con Francia, Turquía y los países comunistas, una de las pocas naciones que se define como laicista. Recogemos algunas de sus respuestas más interesantes.


-La mayoría sabía muy poco o nada sobre el conflicto, ya que apenas aparece referenciado en ningún libro de historia.


-Se enfurecieron cuando logramos estrenar Cristiada al ver el trágico tratamiento de ciudadanos por parte de su propio gobierno. Además, se publicaron muchas portadas atacando la película (y a todo nuestro equipo).

Nos acusaron de haber narrado una completa mentira; fantasías que nos habíamos inventado glorificando a “terroristas católicos”.

Pero toda esta atención nos sirvió de mucha ayuda, ya que impulsó a la gente a hablar realmente sobre lo que pasó. Y eso empujó al público a las salas de cine. De esta manera, los políticos pudieron comprobar de primera mano de qué iba todo ese lío.


- El público se emocionó hasta las lágrimas. Después de cada proyección venía gente contándome que sus abuelos o tíos habían luchado en la guerra cristera y que habían escuchado historias sobre el asunto, pero que nunca habían sabido realmente lo que sucedió.


- Sí, claro. Se trata de un gesto que conmovió a todo el equipo. Lo protagonizó la única hija superviviente del general Gorostieta -y los hijos de ella- que nos agradecieron haber mostrado la historia de su padre/abuelo al mundo.


-Todos los miembros al cargo del departamento creativo (departamento de arte, disfraces, etc.) hicieron un gran esfuerzo de investigación para asegurarnos de recopilar todos los aspectos de la época.

Desde el punto de vista narrativo, Michael Love (el guionista principal/original) realiza un enorme trabajo de documentación sobre los acontecimientos del conflicto. También utilizamos el libro más respetado y realista sobre el tema, La Cristiada, que escribió Jean Meyer, autor con el que contactamos para conseguir que nuestra narración gozase de la mayor verosimilitud.

Por otro lado, cuando me uní al proyecto, viajé por todas aquellas zonas en México donde acontecieron el mayor número de combates. Conocí a los descendientes de los involucrados en el conflicto y obtuve, de primera mano, los relatos de tanta gente como pude. Esto supuso que reescribiéramos algunas partes del guión mientras filmábamos.


- Hicimos cambios importantes en dos partes. La primera de ellas afectaba al colapso de tiempo en ciertos eventos -combinando dos batallas en una, por ejemplo- a fin de ayudar al flujo dramático de la película, y el segundo cambio tuvo que ver con la creación del personaje de Adriana -protagonizado por Catalina Sandino Moreno-, que era un personaje formado por varias mujeres. La mayoría de los otros personajes encarnaban a personas reales cuyas luchas heroicas -o actos horribles- fueron finalmente narradas.


-No. Nos concentramos en contar la verdadera historia (la cual comprende el 95% de la película). Los momentos ficticios fueron menores en comparación.  


-Indudablemente es una película sobre la fe, pero también es una historia sobre la libertad -cuáles son los costes para alcanzar y mantener la libertad del país, comunidad y familia- y todo lo que hicieron esas familias al tomar la decisión de alzarse para conseguir esos derechos y de si llegarían muy lejos. Durante ese camino, tanto la furia y la ira como el amor y el perdón se exploran, es decir, todos los elementos esenciales en la lucha parecen estar presentes desde el comienzo de la historia hasta el día de hoy. 


-Claramente pueden intentarlo, pero como se aprecia en Cristiada la gente sentirá tanta represión que dirá “basta, parad”. Estos mismos problemas llegaron a Europa poco tiempo después, no sólo en España, sino en todo el territorio europeo, y fue así como estalló la segunda Guerra Mundial. 


- Los que no pueden mirar a los hechos de la película sin apartarse de la verdad -porque no quieren reconocerlo- son los que dicen tales cosas. ¿Por qué la gente niega las atrocidades cometidas en la segunda Guerra Mundial? Es difícil para ciertas personas mirarse al espejo y comprender que sus antepasados podrían haber cometido actos horribles.


-Ese no es el objetivo de la película. La esperanza reside en destacar a aquellos increíbles héroes mexicanos que lucharon por lo que era correcto y por ello pagaron el precio más alto. Contando sus historias esperamos que nada de esto se vuelva a reproducir. Ignorándoles, podemos asegurar que se abrirán dichas heridas.


Como puedes ver, es un tema muy polémico. También fue difícil de encontrar los eventos del conflicto hasta hace poco.


-Tengo una gran fe que proviene de mi vida personal, pero esta no es la razón por la que hice la película. Quería mostrar, sin dar importancia al fondo o a las creencias de los demás, que todos podemos comprender y apreciar las increíbles historias de gente maravillosa.


-Quiero que la gente se entretenga, pero también espero que se emocione y que se inspire tras haber visto la película. La cinta estará en tu mente durante algunos días o semanas, y después, espero, provocará conversaciones sobre estos importantes temas.

- Nos ceñimos a la realidad, sin importarnos lo que ellos mostraran. Se trataba de personas reales, no eran perfectas, cometieron errores, pero lo que les distingue de otras es ver cómo reaccionaron cuando se tuvieron que enfrentar a sus diferentes formas de ser. Todos se levantaron y se convirtieron en héroes auténticos; se superaron a sí mismos en un momento delicado.


-Probablemente porque hacerlo sería mucho más polémico en España que en México.

-Sin comprometer los valores y creencias de uno mismo con lo que hago, y siendo cuidadoso con los proyectos en los que trabajo. Quiero trabajar en proyectos que ayuden a iluminar lo mejor de las personas sin centrarnos en la oscuridad.


-Hay muchas personas que han demostrado ser fieles creyentes (ya sean cristianos, judíos, etc.), así que no creo que sea un problema. Siempre he sido una persona con una fe fuerte. El hecho es que recientemente hemos asistido a muchos proyectos que tocan el tema religioso (las películas basadas en Noé y Moisés, o la exitosa mini serie de televisión La Biblia), lo cual demuestra que si hay audiencia Hollywood intentará acercarse a ella.


-Fuimos tan precisos como pudimos, hubo muchos niños que apoyaron al ejército porque al final todos estaban luchando por sus familias y sus hogares.


-Tuve un gran equipo en la dirección de casting (Dianne Crittenden, Karen Rea y Manuel Teil) y un productor, Pablo José Barroso, de mucho apoyo ya que todos sabíamos que necesitábamos grandes actores para llevar estos personajes reales de vuelta a la vida. Una vez que leyeron el guión y hablé con ellos acerca de lo que tenía planeado hacer, todos se unieron a nosotros con mucho entusiasmo.


-Intentamos recrear la imagen de los cristeros tan precisos como pudimos, porque es la única imagen más simbólica de la guerra de los cristeros. Era muy importante que la incluyéramos en la película para que la gente creyera que lo que se ve en la foto es cierto.


-Que tienden a tener agendas específicas (prejuicios) y esta película no se podría calificar como agradable para la forma de pensar de muchos de ellos. Trato de no dar importancia a lo que dicen, francamente. Me preocupa más si estoy o no conectando con la audiencia, y en este aspecto ha sido un éxito.


-Como dice el padre Christopher (el personaje de Peter O’Toole), “¿quién eres si no eres capaz de luchar por lo que crees?”.

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