Pixar es la expresión adaptada a los nuevos tiempos de la semilla que plantó Disney a mediados del siglo pasado. A partir de esta constatación, no es de extrañar que en las películas nacidas de ambos estudios subyazca una misma mirada del mundo y del hombre. Ambos “comparten una visión objetiva del ser humano”, lo que les aleja de concepciones relativistas como la propugnada por la ideología de género, subrayó el presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos, Jerónimo José Martín.


Martín, que participó en la mesa redonda "Pixar versus Disney: ¿dos antropologías diferentes?", en el marco del I Congreso CEU-Signis España La imagen del hombre en el cine contemporáneo, apuntó que, dentro de la coincidencia fundamental de planteamientos, sí existe una distancia entre Disney y Pixar en lo que respecta a la mayor claridad del segundo a la hora de abordar temas de calado moral.

La apertura a la trascendencia hay que buscarla con lupa en Disney, mientras que Pixar no tiene ningún empacho en meterse en follones”. En este sentido, destacó la “falta de complejos de Pixar”, algo que se manifiesta con claridad en películas como Los Increíbles, cuyo inicio le parece un claro ataque “al individualismo que late tras la eutanasia”, o Up, que bebe de una concepción de la masculinidad, la feminidad y la familia que está en “las antípodas de la ideología de género”. Con arranques como los de Up, que definió como “tratado de antropología”, o Los Increíbles, “la progresía debe de tirarse de los pelos”, dijo.


Sin embargo, las obras del sello Pixar, pese a enfatizar en los valores ya desarrollados por Disney, han obtenido aprobación generalizada, al contrario de lo que sucedía con el veterano estudio de animación, censurado por cierto público bajo la acusación de promover valores excesivamente conservadores y maniqueos y de manipular emocionalmente a la audiencia.

A este aspecto se refirió el doctor por la Universidad Complutense Cruz Delgado, al calificar a Pixar de “marca blanca” de Disney. Esto es, se trata del mismo producto, pero goza de una buena prensa que le hace ser universalmente aceptado. “Cierto público se siente más cómodo viendo Pixar, les crea menos sentimiento de culpa”. En resumidas cuentas, se podría decir que “Pixar es la marca Disney para progres”.

Sobre las semejanzas entre Disney y Pixar abundó también la doctora de la Universidad Rey Juan Carlos Ana María Pérez-Guerrero. En los personajes de ambas productoras aparece la “necesidad de aceptar aquello para lo que han sido creados”. No obstante, sí se aprecian diferencias en la presentación del “modelo heroico”. La novedad de la propuesta de Pixar al respecto es la insistencia en el “heroísmo cotidiano”.


El obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, participó en la inauguración de este congreso, que se celebra en la Universidad CEU San Pablo. En su intervención ha resaltado el papel del cine como reflejo de las “cuatro principales antropologías en juego”. El religioso se ha referido a la “visión ecológica, la visión cibernética-biónica, la visión de la humanidad utópica y la visión religiosa”. A estos cuatro grandes fundamentos antropológicos se les está sumando, según ha expresado, una quinta antropología, que ha denominado “cine-interactiva”, en la que “se confunde lo virtual con lo real”. Berzosa estuvo acompañado por el presidente de Signis-España, Juan Orellana, y el rector de la Universidad CEU San Pablo, Juan Carlos Domínguez Nafría.