Boyer Tresaco, un artista que busca a Dios y rompe moldes

Mientras cursaba estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, emprendió la lectura de libros que dejaron una profunda huella en su memoria: los Diálogos morales de Séneca, el Oráculo, manual y arte de la prudencia de Baltasar Gracián, el Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam, así como también pensadores contemporáneos, de un modo ininterrumpido hasta nuestros días.

Durante todo ese tiempo, Boyer Tresaco guardó aquellas frases y conceptos que para él definían lo esencial del mensaje de cada una de estas obras, exprimiendo de este modo la generosidad de tantos sabios que dejaron escrito el valioso fruto de sus vidas.

Tresaco, que tras ejercer como economista y auditor oficial de cuentas, a la edad de treinta y ocho años abandona su actividad profesional para dedicarse exclusivamente al arte, publica de la mano de la editorial Voz de Papel En la interpretación de Tus silencios, un libro que presenta al gran público su primer resumen de aquellos pensamientos esenciales, que unidos a una reflexión personal inducida permanentemente por la búsqueda de Dios, pueden ayudar a conseguir aquello que, dice el artista, "más profundamente deseo para todos: una vida plena".

Boyer Tresaco ofrece una entrevista en exclusiva a Religión en Libertad.


- Comencé a escribir ya en mi adolescencia, continúe mientras cursaba Filosofía y Letras, pero cuando de verdad empecé a sentirlo como una necesidad, fue en el Monasterio de Sigena, donde un pequeño grupo de monjas de clausura, después de mucho insistir, me dejaron residir durante una corta temporada. En aquel lugar, en el que Su presencia podía respirarse, el silencio y el tiempo eran lo mismo… Desde entonces indago en él. Este libro en concreto lo he escrito durante un viaje a la Antártida…en donde los silencios han estado realmente presentes.
 

- Creo sinceramente que todas las premisas filosóficas que sobre el ser humano se plantean, están de algún modo contenidas en el cristianismo. En cuanto a mis obras plásticas, no son más que un intento frustrado de hacer tangible lo intangible, visible lo invisible. .. Pienso que el artista que busca la trascendencia de su propio ser en sí mismo acaba ahogándose en esa búsqueda…tal vez por ello el índice de suicidios sea tan alto entre poetas y artistas… El arte siempre se queda a mitad de camino…


- Precisamente eso, vivir en una realidad que antes o después te hace darte de frente contra un cristal y ser consciente de que existe una realidad diferente, mucho más real, podríamos decir, al otro lado del mismo. He de reconocer que a mí me ayudo bastante un paro cardio-respiratorio. Detrás de una máscara de oxigeno con el sonido de un monitor arrítmico, la vida se ve de otra manera.


- Creo que todo tiene relación con el cristianismo , otra cosa es que muchos todavía no se hayan dado cuenta, o simplemente que el mensaje de Cristo no haya llegado a los recónditos lugares donde se encuentran… Somos parte.

»De lo que no hay duda es que todos los autores que cito son plenamente conscientes de que el hombre es algo más que pellejo y huesos. Todos ellos intuyen que el significado de la palabra “humano” contiene un universo.


- Si realmente percibes eso, me doy por satisfecho. No busco en absoluto ningún tipo de trascendencia filosófica, sino una pura vivencia religiosa, que para mí es contenedora de todos los conceptos; el arte o la poesía son sólo dos de ellos. En cuanto a mi visión de Jesucristo, no tengo duda de que lo percibo como parte indisoluble de la Divina Trinidad.

»Con respecto al agnosticismo y el ateísmo, tengo buenos amigos entre ellos, a los que en tono afable y buen humor, les digo que todos son de pensamiento único, que repiten hasta la saciedad las mismas consignas obsoletas, y que el único entre ellos que piensa de manera diferente soy yo…es decir que en el fondo soy el único revolucionario…jaja. Sin duda respeto su criterio y ellos respetan el mío.

»Los únicos que no merecen mi respeto en absoluto, son aquellos oportunistas que esconden sus carencias como artistas, en la provocación fácil y en la blasfemia o el insulto sistemático a los símbolos cristianos… Eso sí, nunca insultan a otras creencias, pues su cobardía les avisa de que su cuello podría correr peligro.


- Una de mis primeras presentaciones fue en la feria de arte contemporáneo ARCO, en Madrid. La conjunción de varios factores, entre ellos sin duda la suerte, hizo que mi obra fuera reproducida y comentada en la práctica totalidad de la prensa y televisión nacional… Como consecuencia de ello al poco tiempo fui consciente de que había dejado de perseguir el dinero para perseguir la fama…(no sé muy bien qué es peor, pero ambas te sumen en un régimen de esclavitud). De allí, al monasterio que antes mencioné, y desde entonces tomo mi trabajo de una manera pausada. Trabajo fundamentalmente con galerías de Paris y Nueva York, y eventualmente en España.