El rostro de un demonio oculto entre las nubes de un fresco del pintor del Renacimiento italiano Giotto de Bondone en la basílica superior de Asís ha salido a la luz después de ocho siglos de existencia.

Según informa Efe, el fraile franciscano Enzo Fortunato ha dado a conocer el descubrimiento hecho por la medievalista y experta en la orden franciscana Chiara Frugoni.

La cara del demonio, perfectamente visible por sus cuernos negros, nariz aguileña y una demoniaca sonrisa de satisfacción, fue descubierta en una de las escenas de la vida de San Francisco, un fresco pintado el maestro renacentista en 1290 para la basílica superior de Asís, en Perugia.

"Hasta ahora, se pensaba que el primer pintor que alteraba las nubes era Andrea Mantegna, que en su "San Sebastián" de 1640 (conservado hoy en Viena) había mostrado en el fondo del cielo a un caballero que surge de una nube. Ahora, esta primacía de Mantegna ya no es tal", ha escrito la historiadora en un artículo citado por www.sanfrancesco.org, la página web del convento.

La experta ha comentado que "el significado del descubrimiento está aún por profundizar". Sin embargo, el padre Fortunato ha adelantado una hipótesis: "En el Medievo se tenía la creencia de que en el cielo habitaban indistintamente ángeles y demonios. Los primeros, llevaban las almas de los justos al Paraíso; los segundos, atraían las de los condenados".

El restaurador de la basílica, Sergio Fusetti, sostiene que la imagen del demonio estaba dirigida a alguien con quien Giotto tenía una disputa.