Son dos grandes autores de ficción, y con dos visiones diferentes del fantástico. Rigurosamente coetáneos (ambos nacieron en 1948), Terry Pratchett es inglés y Michael D. O´Brien canadiense de habla inglesa. El primero ha adquirido fama universal en el ámbito de la literatura infantil con la serie de Mundodisco. El segundo es un escritor de referencia en el mundo católico gracias sobre todo a la serie sobre Los Hijos de los Últimos Días, de la que en España se han publicado tres novelas: El Padre Elías -la más célebre-, El librero de Varsovia y La última escapada, esta última un inquietante alegato que parece previsto para la situación creada en España con la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Hace cuatro años, Pratchett dio a conocer que tenía una rara variedad de la enfermedad de Alzheimer, y recientemente hizo unas declaraciones en favor de la "muerte digna": "Para algunas personas, pedir una muerte asistida es algo muy razonable". En su opinión, que en cierto modo desliza también una intención sobre su propio caso, no sólo esa petición es racional para el enfermo, sino también para sus familias, que saben que están atados a una grave enfermedad y no quieren pasar más tiempo del necesario en las fauces de la bestia".

Este posicionamiento de Pratchett, dada su popularidad, ha suscitado la reacción de otro escritor como O´Brien, quien ve las cosas de forma muy distinta.

"Se digan lo que se digan a sí mismas las personas sobre la forma injusta de arrebatar a una persona la vida por supuestas razones compasivas, la conciencia del hombre no le permite vivir con esa falsedad", dijo el autor de El Padre Elías a Catholic News Agency: "Si los legisladores autorizan otro paso adelante de la cultura de la muerte, serán responsables, directa o indirectamente, de un asesinato".

Según O´Brien, la cultura occidental está "saturada con la idea de que la muerte es una herramienta útil para solucionar los problemas sociales. Hemos sido programados para huir del sufrimiento, a ahogarlo en drogas, a evitarlo a cualquier precio, y subrayo lo de a cualquier precio", añadió el escritor y también pintor religioso, "porque nos conducirá a la degradación de la dignidad del hombre".

Citando al escritor converso Malcolm Muggeridge, O´Brien recordó que la presión para legalizar la eutanasia ha estado mitigada hasta los últimos años porque fue sobre todo una práctica nazi que fue citada como acta de acusación en los juicios de Nuremberg.

Y también animó a mantener lo que el escritor J.R.R. Tolkien, creador de El Señor de los Anillos, denominaba orden moral del universo, en el cual "la muerte deliberada de un inocente siempre está mal, y soportar con paciencia el sufrimiento es una prueba de virtud heroica".

La cuestión de la eutanasia o del suicidio asistido no puede verse sólo como una cuestión de "derechos individuales", concluyó O´Brien, sino que "afecta a toda la humanidad: ¿merecen todas las personas amor y cuidados, o hay algunas vidas que son prescindibles?".