El sábado pasado se celebró el Festimed, una fiesta benéfica para financiar peregrinaciones al Festival de Jóvenes de Medjugorje a gente que tiene dificultades económicas para viajar allí.
La fiesta fue un éxito. Casi doscientas personas disfrutaron de una cena magnífica en un escenario de ensueño. Hubo copas, música, testimonios y hasta se montó un tablao flamenco al que las más atrevidas se arrancaron a desgastar la madera al compás que marcaron los artistas con su palmas y la guitarra.
De lo que quiero hablar hoy aquí es de la organización de la fiesta. El Comando Gospa del que os hablé en el post sobre el Festimed está formado por un grupo de personas sorprendentes, cada una de su padre y de su madre, a los que lo que les ha puesto en contacto es haber vivido alguna peregrinación a Medjugorje y su amor por la Virgen María.
El Comando Gospa no es una institución, ni asociación, ni movimiento, ni fundación, sino un grupo de amigos que se han conocido hace dos semanas y la han líao parda para llevar gente a Medjugorje.
Las primeras personas en formar parte del Comando Gospa, sin que ellas lo supieran y sin que ni si quiera el propio Comando existiera, fueron Laura y su marido, Ramón, que el año pasado ofrecieron su casa, tiempo y esfuerzo para celebrar el primer Festimed. En aquella ocasión experimental, la organización fue un desastre, la infraestructura una pasada y el resultado un éxito sorprendente en todos los ámbitos: participación, recaudación, influencia, contactos, difusión…
Ellos, Laura y Ramón, son los Presidentes de Honor de este Comando Gospa del Festimed, título honorífico que de nada les responsabiliza, pobres…
Luego, el Comando Gospa está encabezado por Rafa y Pascu.
Rafa es el padre de las Medjujoven, peregrinaciones nacidas hace cuatro años que se hacen en autobús desde Madrid, en la que los peregrinos se zampan 2500 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para participar en el Festival de Jóvenes de Medjugorje. Rafa organizó las dos primeras. Un autobús en 2007 y otro en 2008 que llevaron en total a unas 90 personas a conocer el fenómeno de Medjugorje. “La única manera de llevar a mi mujer y a mis seis hijos era en autobús, y como no había, lo organicé”, dice sonriente. Desde hace ya tres años, en el salón de su casa no hay televisor. El centro de su hogar lo ocupan una imagen de la Virgen María y una Biblia abierta. “Desde entonces, hablamos más, jugamos más, rezamos más y todo nos va mucho mejor a todos”.
Pascu cogió el año pasado su relevo para organizar una Medjujoven espectacular. El éxito de las dos ediciones anteriores de la peregrinación fue tal que ya no bastaba un autobús, y Jesús Pascual, de profesión Peregrino, organizó una peregrinación para noventa personas, dos autobuses a reventar, que volvieron cruzando el mar adriático para visitar lugares como San Giovanni Rotondo, Asís, Ars o Lourdes, entre otros. Pascu es conocido en lugares de nuestra geografía como Trujillo o El Puerto de Santa María por sus peregrinaciones de altura: “Cuando me preguntan cómo fueron mis primeras peregrinaciones a Medjugorje y digo que en avión, la gente me mira como diciendo: “¡Pues vaya eme de peregrino! Así que yo ya solo voy en bus, lo que pasa que necesito dos porque no sé decir que no…”. Él no ha quitado el televisor, gracias a Dios, porque así Rafa ha tenido donde ver el Mundial.
Detrás de Rafa y Pascu vienen las que llevan los pantalones, cinco mujeres, cinco, de espectacular trapío, bravura inmensa y amor incondicional por la Virgen María y por su Hijo.
Amparo, empresaria andaluza que cede la casa para el sarao. Dinamita pura. Conversa de cada día. Coraje, fuerza y andaluza alegría al servicio de la Gospa: “Esta casa me la ha dado Dios, y para su madre, lo que sea”. Una imagen de la Virgen María preside el jardín, y te pongas donde te pongas, es lo primero que ves.
María, directiva de un hotel de lujo. Emprendedora, creativa y divertida como ninguna. De ella fue la idea de celebrar Festimed en su casa y acabamos en la de su vecina. Sin complejos ni rubores. Conversa también y peregrina de Medjugorje: “Ay, qué bien lo vamos a pasar el sábado, bailoteo, rifa, oración y mercadillo. Yo me ocupo de los bocadillos!!!”.
Pilar, es quien aporta cordura al grupo. Parroquiana del padre Cruz y peregrina de Medjugorje, sostiene que las cosas hay que hacerlas por grupos, con organización y sin descentrarse. Detallista hasta en lo más mínimo: “El viernes pongo las patatas a cocer… son para la ensaladilla”.
Cristina GG. Ella es la Lideresa. Conversa… sin parar, pero sabe callar cuando conviene. Peregrina a Medjugorje en agosto y en diciembre, ni frío ni calor. Quería organizar siete fiestas por toda España. Menos mal que no la hicieron caso: “Escúchame, que yo llevo a un montón de gente a donde haga falta. Por la Gospa, lo que sea”. Se viene al viaje por segundo año consecutivo.
Fátima. Ella tiene la culpa. Conversa también, carismática y peregrina de Medjugorje. Imparte los cursos Alfa, presentadora en Radio María, voluntaria este año como socorrista en el Camino de Santiago. Y no hace más porque es imposible seguirla. Un trasto de mujer a la que no le importa lo que digan: “¿Yo? Si no he hecho nada… es el Señor, que cuando se empeña en algo, pues sale solo, jejeje…”.
Nada ocurre por casualidad… aunque lo parezca.
La cosa es que a Fátima le dio por decirle a Rafa y a Pascu, mientras buscaban un lugar erráticamente para celebrar la fiesta, que se podría hacer en el hotel que dirige su amiga, María. María dijo que en el hotel iba a costar mucho, pero se le ocurrió ceder su casa. Rafa y Pascu no se lo creían, pero cuando fueron a verla, a la propia María le dio por preguntar a Amparo, su vecina: “Ya sé porque narices no consigo venderla”, fue su inmediata respuesta.
Nada es gratis, aunque lo parezca. Aunque haya salido un post entretnido y ameno, por lo poco que sé del Comando Gospa y sus componentes, una pregunta asalta mi cabeza. ¿Por qué? Por qué una serie de personas desconocidas deciden dar su tiempo y trabajo en un fin de semana para gente que no conocen? ¿Por qué emplean su descanso en cansarse?
Por muy bonita que haya sido la fiesta y por muy simpático que parezca todo, este Comando que se conoce desde hace dos semanas, se ha formado con el tiempo, con mucho tiempo. No nos engañemos, la vida no es bambi, y tras cada uno de ellos, hay una historia de desierto que les ha llevado a abandonarse en las manos de Dios y de su madre. Allí, en los brazos de ella, han conocido que sí, que sto, merece la pena por duro que sea. Es por eso que dedican parte de su tiempo, dinero y descanso a intentar que otros conozcan lo que han conocido ellos.
Yo siempre digo que es en torno a la cruz donde crecen las más bellas flores, de hoja perenne y olor duradero. Este grupo de gente son ejemplo vivo de los que estoy esribiendo.
La cosa es que un día y medio después de comenzar la búsqueda ya había sitio para fiesta en La Moraleja, equipo de sonido, grupo flamenco, y un equipo de gente desconocida que funciona a las mil maravillas: El Comando Gospa ¡Qué cosas más divertidas surgen de las peregrinaciones a Medjugorje! Termino con una cita de una peregrina descreída de hace tres años: “Aunque esto fuera mentira, es que es mejor venir a que te lo cuenten. ¡Vaya movida!”.