En esta fecha me parece adecuado traer de nuevo el contenido de esta nota.

El 14 de Julio se "celebra" la transición, violenta, del absolutismo tiránico borbónico, que sometía Francia, al totalitarismo tiránico republicano.

            
Cambián los dirigentes visibles, no cambia el espíritu

Porque la Francia oficial y su política ya estaba guiada por la Revolución, al menos, desde el siglo XVI.

Los  filósofos, politólogos, científicos  y economistas, los denominados philosophes, minaban las bases del Derecho Natural, no desde las barricadas o el exilio, sino  desde los palacios  de la corte borbónica.

Y eran parte del 
 "establishment" borbónico

 

El salon de Mme Geoffrin, en 1755, con la presencia de Gresset, Marivaux, Marmontel, Vien, Thomas, La Condamine, l’abbé Raynal, Rousseau, Rameau, Mlle Clairon, Hénault, le duc de Choiseul, la statue de Voltaire, d’Argental, Saint-Lambert, Bouchardon, Soufflot, Danville, le comte de Caylus, Bartolomeo de Felice, Quesnay, Diderot, le baron de l’Aune Turgot, Malesherbes, le marcéhal de Richelieu, plus loin : Maupertuis, Mairan, d’Aguesseau, Clairaut le secrétaire de l’Académie enfin, Clairaut : Montesquieu, la comtesse d’Houdetot, Vernet, Fontenelle, Mme Geoffrin, le prince de Conti, la duchesse d’Anville, le duc de Nivernais, Bernis, Crébillon, Piron, Duclos, Helvétius, Vanloo, d’Alembert derrière le bureau, Lekain en train de lire, plus à gauche Mlle de Lespinasse, Mme du Bocage, Réaumur, Mme de Graffigny, Condillac.
Es decir todo el espíritu de la revolución formaba parte de la "corte"
 

La dinastía borbónica que cayó el 14 de Julio ya encarnaba la Revolución.

Y  la corrupción ideológica y de valores  de su clase dirigente era manifiesta en la familia real, en la aristocracia, pero incluso en sus eclesiásticos, servidores de las borbónicas "Libertades galicanas", muy regalistas y poco católicos (la prueba es su participación en los sucesos previos y el porcentaje de obispos y curas que juraron la Constitución civil del clero, no ya sin resistencia sino con entusiasmo).

Nos vamos a conformar con ver, por paradigmático de la dinastía, su primer rey,  que compró el trono relativizando la Verdad y en complicidad con los Hugonotes, avanzando en el absolutismo.

Enrique IV de Borbón, aunque bautizado católico, fue educado por su madre, Juana de Albret, en la religión calvinista y combatió en el bando hugonote (protestante) durante la tercera guerra de religión francesa.

Su abjuración del protestantismo fue interesada: «París bien vale una misa» (Paris vaut bien une messe).

Con ello quiere decir que en el fondo siguió siendo calvinista, disfrazado de católico sólo para llegar al poder. Con el Edicto de Nantes (1598) abrió Francia al protestantismo.


Y por supuesto tomó medidas absolutistas, sin controles jurídicos ni morales:
Esa fue la tónica general de los borbónes:
En todos esos aspectos destaca Luis XIV, la "estrella" de la dinastía que llevó el absolutismo, propio de los borbones, a la vida social, hasta el paroxismo, instalándolo como marca de clase borbónica.

Simbólica es la persecución de las naciones sometidas a los borbones, encabezados por la Francia de Luis XV,  para disolver la Compañia de Jesús (defensa de la Iglesia contra el jansenismo, el galicanismo, la masonería, etc..).

El 14 de Julio  no es más que la fecha que simboliza el relevo entre la Revolución encarnada en los Borbones y la encarnada por la República.

A mi, la verdad, entre un estado revolucionario coronado con un Borbón en la cabeza u otro con un presidente de república, me parecen la misma tiranía.

¡Y no solo en Francia!