Año del Señor 2022
7 de septiembre 
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
EL SECRETO PARA CONTINUAR
 
El otro día quise hacer una anotación rápida, así que eché la mano al bolsillo y descubrí que… ¡¡había perdido mi portaminas!! 
 
Se trata de un portaminas muy especial: es extraordinariamente pequeño, por lo que cabe en cualquier lugar, y, además, me lo regalaron al poquito de entrar en el monasterio, por lo que me ha acompañado todos estos años. 
 
Confieso que sentí mucho haberlo perdido, pero… ¡qué le vamos a hacer! Cogí el de mi escritorio, ¡y listo! 
 
Bueno, lo de “listo” fue más o menos, porque resulta que, al ser de tamaño normal, no me entraba en el bolsillo, se me caía… ¡un cuadro! 
 
En medio de todo esto, de repente me vino a la cabeza que mi mini-portaminas… ¡¡no había podido salir de clausura!! (Este pensamiento es muy consolador para alguien tan despistado como yo… Es un alivio saber que está “en casa”: ¡solo es cuestión de buscar!). 
 
Así pues, comencé a rebuscar por todos los lugares en que había estado… nada… por cualquier mesa… nada… en los bolsillos de la bata de trabajo… del hábito… Bueno, pues, en el último bolsillo, ¡estaba el portaminas! 
 
Ciertamente, hubo momentos en que el asunto invitaba a abandonar (¡el convento es enorme!) pero lo que me hizo no desistir fue… ¡la certeza de que tenía que estar en algún lado! 
 
¡¡Y lo mismo nos ocurre con el Señor!! Él nos ha prometido: “Yo estoy con vosotros todos los días”. ¿Puede haber mejor garantía, mayor certeza, que su promesa? 
 
Si Él dice que está, ¡no lo dudes, está! 
 
El punto es que, muchas veces, no somos capaces de descubrir su Presencia a la primera, ¡pero eso solo debe ser motivo para seguir buscándole! 
 
“Señor, ¿qué quieres decirme con esta situación, con esta persona?”, “Señor, ¿dónde estás en esto?”. Abre los ojos, pues Jesucristo nunca falla y, aunque sea a menos cinco, ¡aparece! 
 
Podemos colgar nuestra vida de la esperanza. Tal vez ahora no veamos nada, pero sabemos que el Señor tiene un sueño bello para nuestras vidas, ¡y apostamos por darle tiempo para realizarlo! Y cada día se convierte así en un nuevo comienzo… 
 
Hoy el reto del amor es buscar una huella del Señor. A lo largo de la jornada, descubre al menos uno de los muchos detalles que Cristo ha preparado para decirte hoy que te ama. Su promesa es nuestra fortaleza: ¡¡no caminamos solos, pues Él va a nuestro lado!! ¡Feliz día! 
 
VIVE DE CRISTO
 
 
¡Feliz día!
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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