Cuando hace unos días presenté a Vds. un estudio sobre sexualidad realizado en los Estados Unidos, me quedé con las ganas de comparar sus resultados con los correspondientes españoles, y me pregunté si existirían los estudios que permitieran realizar esa comparación.

            Pues bien, sí, sí que existen estadísticas relativamente recientes sobre la manera en que los españoles accedemos y concebimos la sexualidad. Uno se los podrá creer, al fin y al cabo las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas, que es quien lo realiza, raramente dan en el clavo. Indiscutiblemente, los españoles, tan explosivos en otras manifestaciones, somos ciertamente introvertidos a la hora de dar a conocer nuestra verdadera opinión sobre las cosas, y mucho me temo que cuando respondemos sobre ellas, orientamos siempre la nariz hacia los vientos de lo políticamente correcto, como si buscáramos quedar a la altura con quien nos interroga, más bien que expresar lo que verdaderamente pensamos y sentimos. Añadan Vds. a ello que se trata de una de las facetas más íntimas de la personalidad, el sexo, la sexualidad, y el cóctel está servido.

             El estudio del que hablo es la Encuesta nacional de salud sexual realizada por el CIS en noviembre de 2008, y aunque no es el único de los que realiza sobre el tema, me ha parecido el mejor enfocado al respecto.

            En lo relativo a la edad en la que los españoles se inician en el sexo, tema que nos ocupa hoy, la pregunta, que es la número 11 de la encuesta, está formulada en los siguientes términos: “¿Qué edad tenía Vd. aproximadamente cuando tuvo su primera relación sexual?”. Y la respuesta es la siguiente:
 
 
Hombre
Mujer
Media
Menos de 11 años
1,2
0,2
0,7
11-12 años
2,8
0,7
1,8
13-14 años
13,2
5,4
9,3
15-16 años
24,9
17,6
21,2
17-18 años
29,3
27,3
28,3
19-20 años
11,3
16,3
13,8
21-22 años
4,5
10,5
7,6
Más de 22 años
7,6
17,8
12,8
No sabe, no contesta
5,2
4,2
4,6
 
            Reduciendo el cuadro a personas de 19 años o menos y comparándolo con los resultados que obteníamos para los Estados Unidos, la comparativa queda así:
 
Primera relación
España
Estados Unidos
Hombres de 19 años o menos
81,1
43
Mujeres de 19 años o menos
61,9
42
Hombres con 20 años o más
18,9
58
Mujeres con 20 años o más
38,1
57
 
            Lo que nos permite obtener dos conclusiones. La primera, que la precocidad sexual en España es prácticamente el doble que en los Estados Unidos, algo que según creo, merecería alguna reflexión y probablemente hasta el replanteamiento de algunas cuestiones, entre otras, la de si es educación sexual lo que los jóvenes españoles necesitan. Y la segunda, que en España, por el contrario de lo que ocurre en los Estados Unidos, el comportamiento en lo relativo a la primera relación sexual, reviste alguna diferencia significativa según se trate de hombres -sólo el 18,9 de ellos se mantiene virgen una vez cumplidos los veinte-, o de mujeres, donde dicho porcentaje se multiplica por dos, cosa que, no me cabe duda, ha de producir el profundo disgusto de los apóstoles de las cuotas paritarias.
 
            La pregunta 12 de la encuesta del CIS se interesa sobre la vinculación existente con aquella persona con la que se mantuvo la primera relación sexual. Esta fue la respuesta:
 
 
Hombre
Mujer
Media
La pareja estable
46,3
85,9
66,3
Una pareja esporádica
36,1
10,8
23,3
Un recién conocido
8,2
1,2
4,7
Alguien a quien se pagó
5,1
0
2,5
No sabe, no contesta
4,3
2,1
3,2
 
            Donde lo que más llama la atención es un rasgo que vemos repetido a lo largo de toda la encuesta, cual es la diferente manera en la que acceden al sexo, también en lo relativo a su primera relación, hombres y mujeres. Y así, mientras un 85,9% de éstas tienen o creen tener una relación estable con la persona a la que se dan por primera vez, dicho porcentaje se reduce casi a la mitad, un 46,3%, cuando de los hombres se trata.

            Si mañana, amables lectores, deciden Vds. asomarse de nuevo a esta ventana, seguiremos analizando la encuesta del CIS, la cual repara en muchos otros temas interesantes en lo que a la sexualidad de los españoles se refiere.