Franco, luces y sombras de una vida entregada por España

Juan García Inza

He pensado muchas veces escribir este artículo, pero no terminaba de decidirme porque la persona, Franco, y su régimen, el franquismo, cae fuera de mi condición sacerdotal y mi línea de publicaciones. Pero como se dicen tantas barbaridades y hay tantas tragaderas sin reflexión, me he decidido a aportar mi granito de arena para dignificar un poco la persona que dio su vida por España. Soslayo los temas controvertidos que están de sobra aireados por muchos que ni siquiera vivieron esta época de la historia de España. Me quedo con lo positivo, que no es poso. Lo negativo que lo juzgue Dios y la historia.

            Yo nací dos años después de terminar la guerra civil. Toda mi vida juvenil y hasta cerca de los cuarenta años, viví bajo la tutela del franquismo. Como mi trayectoria no era política, disfruté de la paz social que se respiraba en España. No había tanta barbarie como ahora. Se podía salir a la calle tranquilamente y dejar la puerta de casa abierta. Había respeto. Otro ambiente sería el que respiraban los ideólogos y políticos que navegaban en sentido contrario. Lo he podido conocer por la historia. Como también he conocido por la historia el odio que arrasaba con todo y perpetraba toda clase de crímenes y profanaciones que provocaron la contienda civil.

  “Nadie que tenga buena fe y buena información puede negar los horrores de esta persecución. Que el número de sacerdotes asesinados haya sido de dieciséis mil o mil seiscientos, el tiempo lo dirá. Pero que durante muchos meses y aun años bastase el mero hecho de ser sacerdote para merecer la pena de muerte, ya de muchos tribunales más o menos irregulares que como hongos salían de los pueblos, ya de revolucionarios que se erigían a sí mismos en verdugos espontáneos, ya de otras formas de venganza o ejecución popular, es un hecho plenamente confirmado.” (Salvador de Madariaga, Ensayo de Historia Contemporánea, Buenos Aires, 1955)

            No es de extrañar que el alzamiento de Franco supusiera para muchos un respiro, pudiendo salir de los agujeros en donde estaban metidos sacerdotes religiosos y seglares. No menciono lo que pudiera ocurrir en el otro campo. Era una guerra civil, y en las guerras se pierde el sentido común y la humanidad.

            El régimen franquista fue lo que fue, pero no tan lúgubre como nos lo quieren pintar.

Aporto unos datos que muchos no conocen, o no quieren recordar:

 

(Fuentes: https://es.metapedia.org/wiki/Francisco_Franco)

 

            Comprendo que a muchos le fuera mal, pero pienso que España ganó en casi todos los terrenos. No se puede juzgar la historia desde el odio y el afán de revancha.

Yo no soy franquista. Si soy partidario que sus restos mortales deben descansar en un sitio digno de la Patria por la que tanto luchó. Cada nación debe asumir su historia y honrar a sus muertos. Su tuviéramos que hacer una purga en la vida de muchos monarcas en el panteón de los reyes de El Escorial quedarían muchos nichos vacíos. Vivamos en paz y luchemos por una España cada vez mejor.