Abby Johnson se quedó sorprendida cuando su supervisora Cheryl dijo, en una reunión, que su plan sería doblar el número de abortos en cada clínica. Después de haber obtenido una condecoración como la mejor empleada de Planned Parenthood, Abby tuvo la valentía de discrepar en público lo que su jefe estaba anunciando. Le preguntó si el objetivo de esta organización no era más bien proveer a las mujeres de métodos anticonceptivos con el fin de evitar que aumentara el número de abortos. Aclaró que con este argumento ella se fue motivada para unirse a esta causa. Cheryl la reprende, luego en privado, diciéndole que lo que más dinero da a Planned Parenthoodes el aborto. Así como un negocio de hamburguesas se lucra más de las papas fritas y de la gaseosa que de las hamburguesas mismas. Y le aclara: “El aborto es para nosotros como la gaseosa y las papas fritas”.

 

La película Unplanned, basada en un libro que lleva el mismo nombre, narra la historia real de Abby Johnson, quien decidió unirse como voluntaria de Planned Parenthood cuando estudiaba en la universidad. Ella, una jovencita llena de sueños por ayudar a los demás, se dejó atrapar por los argumentos que le ofrecieron con sus aparentes bondades. La narrativa, que va al pasado y regresa al futuro, así como la excelente actuación de la actriz principal Ashley Bratcher, destaca elementos como las emociones que experimenta esta mujer durante momentos muy fuertes de su vida, la lucha que tiene en varias ocasiones contra su conciencia, que parece reclamarle la gravedad de sus actos. Quizás porque sus padres tenían clara la postura de la defensa del no nacido y ella lo sabía. Esta producción destaca también la perseverancia de los activistas de “40 días por la vida”, quienes oraban por el alma de los bebés abortados y buscaban convencer a las mujeres que ingresaban a Planned Parenthood de continuar con su embarazo.

De voluntaria, Abby pasó a ser contratada y finalmente ascendida, convirtiéndose así en la directora de la clínica en Bryan, Texas, y en ser la más joven de toda la historia de Planned Parenthood en ocupar este cargo.  Abby acogía a las mujeres que llegaban a practicarse un aborto, las aconsejaba, les decía que el feto que llevaban en su vientre no era todavía una vida humana, que era muy pequeño y no iba a sentir nada.  Las alentaba a no tener miedo porque nada les iba a pasar, aunque esto no siempre fue cierto. Johnson estuvo ocho años vinculada a esta entidad y a lo largo de ese tiempo colaboró en la práctica de 22.000 abortos.  Sin embargo, todo termina (y así inicia la película) cuando ella ingresa a una de las salas de abortospara asistir -por primera vez- a una de las mujeres y ve en la ecografía (que, por cierto, a las madres gestantes no se les permite ver) a un bebé de 13 semanas luchando por no morir.

Unplanned muestra, a veces con crudeza, el drama del aborto, la soledad de muchas mujeres que llegan engañadas y presas del miedo a terminar con su embarazo, sin conocimiento claro que es una vida humana. Evidencia la manera como la industria del aborto quiere ocultar o reducir las tremendas consecuencias que esta práctica deja para la salud y el bienestar psicológico y espiritual de la mujer. Una historia bien contada, donde Abby vive una serie de situaciones y está rodeada de personas que la aman y que respetan su libertad pero que no por ello dejan de decirle la verdad hasta que ella logra recapacitar y convertirse de una profesional de la industria del aborto, a una convencida defensora de la vida del no nacido.

@calenvilla.