Liliana Rebolledo tiene hoy 33 años. A los 13 fue víctima de una violación y quedó embarazada. ¿Qué sucedió después? Intentó suicidarse.

El doctor le dijo que dado que su matriz no estaba desarrollada, él hablaría con la madre de Liliana para que no tuviera al niño. “Yo tuve mi niña a los 13 años, producto de una violación. Me salvó la vida mi hija, haberla tenido en circunstancias tan difíciles. En mi caso nunca fue una opción el aborto, nunca fue considerado. Fue una situación difícil pero ella fue lo que me motivó a seguir viviendo”, afirma.
 

El escuchar los latidos del corazón de su hija, que ahora tiene 20 años, fue lo que la llevó a pensar en que ya no estaría sola, que tendría alguien por quien vivir, alguien a quien cuidar. Sí, mucha gente se burló de Liliana y le decían que la violación la había echado a perder. Pero Liliana no se arrepiente y ha sido ella misma quien contó la historia a su hija.
 
“¿Cómo es posible –pregunta Liliana– que piensen que estos seres humanos (los no nacidos) no tienen derecho a vivir?”. Y agrega: “El problema no es el embarazo. El problema es ¿qué está pasando para que niñas tan pequeñas queden embarazadas a temprana edad?”.

Sin dejar de condenar y reconocer todo el daño que supone una violación, pocos se fijan en la implicación racional del asesinato de un inocente. Algunas organizaciones abortistas se aprovechan de estas situaciones y explotan la parte sentimental para promover el aborto en general. Lo de la violación es sólo un pretexto usado en pro de la política abortista.

A continuación la historia-testimonio de Liliana en algunos videos: