Mi amigo Antonio Barrero me hace llegar estas fotos. Precisamente, hoy, en la conmemoración de los fieles difuntos. Claro está que el beato Fernando González Añón, que subió a los altares en 2001, entra en la categoría de los del día anterior: la festividad de Todos los Santos... también de nuestros 1.915 mártires, santos y beatos de la persecución religiosa a los que celebraremos este miércoles, 6 de noviembre.

Lo traigo a colación porque sus restos no se pueden venerar en la parroquia en la que ejerciendo el ministerio se le reclamó la entrega de la vida, sino en el cementerio de Picasent.

La archidiócesis de Valencia, ejemplar en las causas martiriales, nos ofrece este valioso material, introductorio primero y con los datos de la Positio del beato Fernando González, párroco de Turís (Valencia).

http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=1&pad=98&modulo=65&martir=152

Un hermano del mártir declara: "El 27 de agosto de 1936, al atardecer vinieron unos milicianos para llevárselo. Cuando llegué a casa, mi hermano se estaba cambiando de ropa y le vi bajar pálido, pero sereno y sin decir palabra alguna, se dispuso a seguirles. Yo pedí que me llevaran con él, pero me contestaron que no tenían órdenes para ello. Yo le di un beso y procuré animarle y vi que le empujaban violentamente hacia el coche. Supe al día siguiente que le habían muerto en término de Picasent. Las circunstancias de su muerte las sé por lo que dijeron los mismos asesinos, con burla y jactancia. Que nombró a la Virgen, que les perdonó antes de morir y que murió gritando ¡Viva Cristo Rey!".

Me dice Antonio "este beato, fue sepultado en la fosa común del cementerio de Picasent (Valencia) y como sus restos no han podido ser localizados, sus paisanos le han dedicado este pequeño memorial en una esquina del cementerio junto a la fosa". GLORIA A LOS MÁRTIRES, y que siga viva su memoria.