Avisos previos al EVANGELIO:

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
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EVANGELIO

Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 54-59

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo? Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

Palabra del Señor.

Cambio de tendencia.

¿Y si mi esposo se está convirtiendo en mi adversario? ¿Y si el camino es mi matrimonio con él/ella? ¿Y si el magistrado representa a Dios? Claro que pensaré que es culpa de mi esposo, pero ¿no tendría que aprovechar el camino para arreglarme con él/ella? Aquí Jesús no habla de quién era el causante del conflicto. Lo que me dice es que, a la vista de mis años anteriores de matrimonio, podría predecir si está evolucionando a mejor o no, y esa es mi responsabilidad. Si la tendencia no es buena, debería hacer un esfuerzo especial y poner los medios para cambiarla. Claramente es lo que me dice el Señor hoy a mí: ¡Hay que mejorar esa tendencia!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Él se despierta. Nada más verla, sabe que le pasa algo. Está nerviosa con un gesto duro en su rostro. Va deprisa y con poca paciencia para todo. Está claro. Algo le pasa. ¿Será con él?
Paco: Cariño ¿Te pasa algo?
Merche: ¡No, nada! ¿Y a ti?
(La respuesta confirma sus sospechas, así que decide ponerse a servirla para que al menos sienta que él está pendiente de ella)
Paco: Deja, que ya me encargo yo de tender la lavadora, que si no, se te va a hacer muy tarde.
Merche: (En un tono seco y desganado) Gracias.
(Mientras él tiende, Merche vuelve al cabo del rato)
Merche: ¿Tú por qué le dices a tu madre que nos vamos a ver este fin de semana? ¿Acaso lo hemos hablado o ahora decides tú las cosas por ti mismo sin contar conmigo?
Paco: (Piensa: Ya está. Mi madre ha debido enviar un whatsapp o algo… eso es lo que le pasa. En realidad, yo no he quedado con mi madre, le dije que me gustaría quedar, que no es lo mismo. Pero seguro que, si me defiendo, la cosa va a ir a peor. Así que, tengo que centrarme en comprenderla y calmarla). Vaya cariño, perdona. Tienes razón. Antes de hablar con mi madre debería haberlo comentado contigo. Además, sé que este fin de semana tenemos muchas cosas, y necesitas descansar.
Merche: Pues sí, estamos todo el día de acá para allá y necesito relajarme, aunque sea una tarde.
Paco: No te preocupes. Tú eres lo primero. Ahora mismo le envío un mensaje a mi madre diciendo que no vamos ¿Vale?
(Y Paco recondujo la situación porque amó primero.)

Madre,

Es verdad que muchas veces vemos al mal venir de lejos, pero nuestro orgullo nos impide reaccionar comprendiendo, siendo cariñosos, siendo amables, sirviendo… Y entonces vienen las desagradables consecuencias y el dolor. Dame fuerzas, Madre, para renunciar a mi defensa con tal de liberar a mi esposo de la tentación. El Señor nos recuerda hoy que es posible. Alabado sea nuestro Señor, que en Su Pasión nos enseñó a amar de verdad. Amén.