Jesús resucitó. Como consecuencia de esto que estuvo a la vista de todos hacia el año 33 d.C., hay un doble resultado que debe animarnos siempre y que puede resumirse en que el dolor tiene fecha de caducidad y que la muerte dejó de ser algo definitivo.

Así, venga lo que venga, tenemos elementos para avanzar. Por eso, el tiempo de Pascua tiene un significado importante y totalmente actual. Sirve de recordatorio para no dejarnos entristecer por las circunstancias difíciles. Antes bien, después de la oscuridad, llega la luz. Eso es lo que significa que Jesús haya resucitado.