Mi  generación, aquella que celebra en estos días el 30 aniversario de “el Imperio contraataca”, ha sido pionera en muchas cosas y me doy cuenta que algunas están ahora de moda, por ejemplo el lenguaje políticamente correcto: todos nuestros chistes comenzaban, invariablemente, con un “esto es un español, un inglés, un francés y un italiano que ….” o con un “van un blanco, un negro, un chino y ….” Pero lo que antes era chiste ahora es en serio. Según informa hoy el diario “el Mundo”, es donde lo he leído y no pienso buscar más fuentes para contrastar tamaña tontería, Justicia recomienda la incorporación de personajes musulmanes en las series de ficción televisiva, por aquello del respeto a las minorías religiosas (se van a enterar estos cuando dejen de ser minoría). A partir de ahora, ejemplifico una vez más, para ser políticamente correcto pongamos por ejemplo en la serie “los Hombres de Paco” (¡atención, por favor, señora ministra ¿para cuándo la serie “las mujeres de Paca?”) el equipo policial que dirige, tan singular inspector, deberá estar formado por: un musulmán, un shij, un budista, un taoísta, un judío, un católico (por ahora hay que disimular), y además un negro, un blanco, un asiático, un indio, un mestizo, un mulato, un bosquimano y dentro de cada uno de estos perfiles a ser posible , como se dice ahora, una mujer femenina, una mujer masculina, un hombre femenino, un hombre masculino (a ser posible que sea el malo), un transexual hombre femenino, un transexual mujer masculina … etc.
Ridículo ¿verdad?, ¡bueno!, muchos están en esa dinámica y ni siquiera lo ven, sería para reírse si detrás de todo esto no hubiese un plan, perfectamente diseñado, de ingeniería social, para arrancar de occidente su alma cristiana.
¿Seguiremos riendo las gracias?
 
Germán Menéndez