Año del Señor 2022
3 de febrero
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
CULPABILIDAD FLORAL 
 
Hace ya tiempo nos regalaron una pequeña flor de pascua a cada una. Me encantan, pero ya se sabe lo que pasa con estas plantitas: llegan monísimas… pero no duran ni dos días. 
 
En efecto, ese fue el desarrollo de mi planta. Comenzó a perder las hojas, a arrugarse… hasta que, de pronto, ¡¡se estiró!! ¡¡Empezó a echar brotes!! 
 
Para mí aquello fue un autentico milagro, ¡que dura hasta hoy! 
 
Con tanto crecer, vi que su tiesto se le quedaba pequeño, así que decidí trasplantarla. Busqué uno más grande, puse tierra y, ¡listo! 
 
Pero, de pronto, caí en la cuenta: ¡¡no había puesto piedras en el fondo!! 
 
Toda la mañana me la pasé dando vueltas al asunto: “¿Drenará el agua? Bueno, tiene un agujero… ¿Y si se atasca?… ¿Y si…?”. 
 
Total, que, esa misma tarde, ¡¡volví a trasplantarla!! Igual con tanto baile se me muere la pobre, pero creo que ha sido un acierto: ¡la tierra estaba tapando ya el agujero del tiesto! 
 
¡¡Cómo vi al Señor en esto!! Sí, porque, en realidad, todos necesitamos “drenar” el agua que cae en nuestro corazón. El agua, que por sí puede ser buena, si se estanca, pudre las raíces de la planta y la mata. Del mismo modo, los sucesos del día a día, que pueden ser motivo de crecimiento, si se nos atascan en el corazón… ¡nos matan! 
 
Lo que más me impresiona es que la clave está “en el fondo”, en esas piedras escondidas que permiten que el agua salga con fluidez. 
 
Esas piedras que nadie ve son tus ratos de estar con el Señor, de parar con Él… y también son todas esas personas que Él ha puesto a tu lado, con las que puedes compartir, que te escuchan, te acogen… Su labor también suele quedar escondida, ¡pero son los instrumentos que Cristo te regala para que sigas floreciendo! 
 
Hoy el reto del amor es dar gracias por tus “piedras”. Te invito a que hoy cuides de forma especial esa “primera piedra” del día: tu rato de oración. Deja que tu corazón descanse en Cristo y, con Él, descubre esas otras piedras que tiene el tiesto de tu corazón: una amiga, tu acompañante espiritual, tu hermano… Y, si hoy alguien necesita que le escuches, ¡acógele con cariño! Ya sabes, querida piedra que, aunque nadie vea tu labor, es crucial para que el agua siga corriendo… ¡y continue la vida! ¡Feliz día! 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
 
¡Feliz día! ©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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