Apreciado Jorge Javier:

Estoy seguro de que ella tiene quiénes la defiendan y que ella misma puede hacerlo con elegancia y caridad cristianas.

Pero me preocupas tú y tu alma.

Luego, apartado Dios de las conciencias -ese es el objetivo de la Modernidad- alguien tiene que llenar el vacío: aparece el supermercado de las religiones llamado New Age, y el ateísmo rampante que, casi siempre, es más un anticristianismo que una posición materialista bien meditada.